Celebra que el Gobierno iraní «parece estar calmándose» tras atacar dos bases militares en Irak
09 ene 2020 . Actualizado a las 01:06 h.Estados Unidos e Irán se asomaban al precipicio de una guerra, pero a los dos parece haberles entrado vértigo. El presidente Donald Trump ha anunciado este miércoles la imposición de más sanciones contra Irán tras el bombardeo iraní de dos instalaciones militares en Irak la madrugada del miércoles. La operación Mártir Soleimani, que no causó heridos ni víctimas mortales, fue la respuesta de Teherán al asesinato la semana pasada en Bagdad del general Qasem Soleimani. «Irán parece estar calmándose», reflexionó Trump en un mensaje televisado a la nación desde la Casa Blanca. «Es algo bueno para todas las partes involucradas y algo muy bueno para el mundo».
Trump abrió su comparecencia insistiendo en que mientras él sea el presidente de EE.UU., «Irán nunca podrá obtener el arma nuclear». Pero el temor de una escalada militar en Oriente Medio se redujo de golpe cuando añadió que mientras continúan «evaluando las opciones de respuesta a la agresión iraní», la Casa Blanca impondrá nuevas sanciones al régimen de Teherán. No especificó su contenido.
Parte de los nueve minutos de mensaje los dedicó Trump a criticar el acuerdo nuclear con Irán, firmado en el 2015, del que el presidente retiró a su país en mayo del 2018. A partir de esa fecha se abrió un ciclo de ataques y contraataques entre ambos países que culminó con el bombardeo desde Irán de posiciones militares estadounidenses en Irak. Trump invitó al resto de países que siguen en el pacto (Rusia, China, Francia, Alemania y Reino Unido) a abandonarlo y «reconocer» la realidad iraní. «Debemos trabajar juntos en busca de un acuerdo con Irán que haga del mundo un lugar más seguro y pacífico», les animó. Además, hizo un llamamiento a la OTAN «para que se involucre mucho más en la región».
Reproche a Obama
En un mensaje a la yugular de su antecesor, Barack Obama, el presidente afirmó: «Los misiles lanzados anoche contra nosotros y nuestros aliados se pagaron con los fondos que puso a disposición [de Irán] la anterior Administración». 150.000 millones de dólares del dinero que Irán tenía bloqueado con motivo de las sanciones que se levantaron con el acuerdo firmado en el 2015. Más amable que con Obama fue con el propio Irán, con el que dijo que comparte un enemigo común: el Estado Islámico. «Deberíamos trabajar juntos en esto y en otras prioridades compartidas», dijo.
Es la repuesta de la Casa Blanca al bombardeo iraní de dos bases militares en Irak con presencia de tropas estadounidenses. Lo llevó a cabo la Guardia Revolucionaria iraní y se inició poco antes de que comenzara el entierro del general Qasem Soleimani en su localidad natal. El Pentágono confirmó que a las 23.30 de la noche del martes, hora peninsular española, «Irán lanzó una docena de misiles balísticos contra las fuerzas militares de Estados Unidos y de la coalición en Irak». Las bases afectadas son las de Al-Assad, al noroeste de Bagdad (que Trump visitó en diciembre del 2018) y Erbil, en el Kurdistán iraquí. No hubo víctimas mortales.
El líder supremo de Irán, Alí Jamenéi, describió lo acontecido como una «bofetada en la cara» de los estadounidenses. El objetivo final de Teherán, recalcó, es que sus tropas abandonen la zona. «Lo importante», subrayó, «es acabar con la presencia corrupta de Estados Unidos en la región». Mensaje que transmitió igualmente con tono metafórico el presidente Hasán Rohaní, que advirtió que, aunque Washington hubiera «amputado» el brazo de Soleimani, Irán podría dejar sin piernas en la región a los norteamericanos.
El ministro de Exteriores, Javad Zarif, acudió a Twitter poco después de la lluvia de misiles sobre las dos bases. «Irán tomó y concluyó medidas proporcionadas como autodefensa», escribió Zarif, quien concluyó. «No buscamos una escalada o una guerra, pero nos defenderemos contra cualquier agresión». Una invitación al enfriamiento del conflicto que ponía la pelota en el tejado de la Casa Blanca. La Guardia Revolucionaria amenazó con una respuesta de mayor envergadura si Washington responde.