El PSOE somete a las bases su pacto con Iglesias, pero los barones recelan de ERC
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Page propone pactos de Estado con el PP y Cs, y Lambán exige que no haya cesiones
19 nov 2019 . Actualizado a las 07:30 h.«¿Apoyas el acuerdo alcanzado entre el PSOE y Unidas Podemos para formar un Gobierno progresista de coalición?». Esa es la pregunta que Pedro Sánchez someterá al criterio de la militancia el próximo 23 de noviembre. La ejecutiva socialista, de la que se ausentó el propio líder del PSOE, aprobó los términos de ese referendo interno de obligado cumplimiento según los estatutos.
El resultado será vinculante, a pesar de que la formación de ese Ejecutivo no depende de la voluntad del PSOE y de Unidas Podemos, ya que requiere el apoyo de muchos otros partidos, entre ellos el de ERC, cuyo respaldo o abstención es imprescindible. Algo que no se somete al criterio de la militancia.
Ábalos reúne a las federaciones
Aunque la dirección socialista expresa su seguridad de que la fórmula de Ejecutivo de coalición con Unidas Podemos elegida será aprobada de modo abrumador por los afiliados, lo cierto es que solo una semana después de que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sellaran con un abrazo su preacuerdo de Gobierno la dudas afloran entre algunos barones del PSOE ante el hecho de que la gobernabilidad quede en manos de los independentistas. Para tratar de abortar un debate público sobre la cuestión que pudiera debilitar el apoyo de las bases, el secretario de organización socialista, José Luis Ábalos, reunió en Ferraz a los responsables de organización autonómicos del PSOE y del PSC para pedirles unidad y un «esfuerzo de movilización» de la militancia.
Pero, pese a esa llamada a la unidad en torno al Gobierno «progresista», el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, propuso aprovechar la coyuntura política para alcanzar grandes pactos de Estado con el PP y Ciudadanos, entre los que incluyó el blindaje de la Constitución para que no pueda ser cambiada sin un gran consenso; facilitar que en caso de bloqueo gobierne la fuerza más votada o permitir que se elaboren Presupuestos con carácter plurianual. Page advirtió además de que el hecho de que la investidura de Sánchez se consiga con la abstención o el apoyo de ERC es algo que traerá «más problemas de gestión» que el día a día con Podemos como socio de Gobierno. Y agregó incluso que Sánchez debería haber planteado el pacto con Pablo Iglesias «más como un sacrificio que como un acto de amor».
Calvo apela a los secesionistas
También el presidente de Aragón, Javier Lambán, expresó su preocupación por las negociaciones de la dirección del PSOE con ERC y reclamó que se forme «cuanto antes» un Gobierno en España «sin extralimitarse ni un centímetro de la Constitución». Aseguró que tanto él como Sánchez son «líderes absolutamente involucrados y absolutamente respetuosos de la Constitución española», por lo que es necesario dejar que el secretario general del PSOE «hable, dialogue y busque una fórmula para gobernar este país» y lo haga, «como él ha dicho y ha dejado absolutamente claro, sin extralimitarse ni un centímetro de la Constitución» para que en Nochebuena «tengamos ya claro quiénes van a ser los ministros».
La posición de Sánchez ha cambiado notablemente respecto a la que mantenía en el pasado mes de julio, cuando rechazaba que la gobernabilidad dependiera de los secesionistas. Este lunes, por el contrario, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, afirmó que los «partidos independentistas» catalanes, «que se presentan a las elecciones generales y tienen escaños en las Cortes» españolas, también tienen la «responsabilidad» de que España tenga Gobierno y deben hacerlo «de la manera que consideren oportuno».