Luis Fernando Camacho: el Bolsonaro boliviano que lidera las protestas
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Luis Fernando Camacho (Santa Cruz de la Sierra, 1979) no se presentó a las elecciones del 20 de octubre, pero, aún así, su influencia ha ido creciendo en la oposición boliviana hasta ser considerado, por muchos, como el líder de los contrarios a Evo Morales, por encima del candidato a la presidencia, Carlos Mesa, con quien rompió recientemente. Camacho es dueño de un holding empresarial con numerosas firmas en distintos sectores financieros. Lidera el federalista Comité Cívico de Santa Cruz, que ha supuesto un quebradero de cabeza para Morales en la última década.
Considerado por muchos como el Bolsonaro boliviano, Camacho ha logrado, al igual que presidente brasileño, conseguir el apoyo de los sectores evangélicos siendo católico. «La biblia volverá al palacio de Gobierno», había prometido Camacho a sus seguidores. Lo cumplió, el pasado domingo, cuando entró a la sede del Ejecutivo en La Paz con una biblia, una bandera nacional, y una carta de renuncia para Evo Morales.
Autodenominado como el Macho Camacho, ha pedido a sus seguidores en Santa Cruz que continúen la huelga general, declarada hace ya 20 días, durante 48 horas más. Su popularidad se ha disparado en las últimas semanas. Ni siquiera parece afectarle que su nombre apareció en una comisión del Parlamento que investiga el escándalo de corrupción de los Papeles de Panamá. Fue señalado por haber presuntamente servido de intermediario a empresas para enviar dinero a paraísos fiscales.
«Tenemos que sacar, salvando las diferencias, la agenda como Pablo Escobar, pero solo para anotar los nombres de los traicioneros de este pueblo, porque queremos que el día de mañana vayan presos», ha pedido el líder del comité cívico en uno de estos días convulsos para Bolivia.