Gavin Hood opta por un correcto tono británico para narrar una filtración periodística sobre la guerra de Irak
30 oct 2019 . Actualizado a las 08:51 h.O recreas los hechos con la rutina del cronista cinematográfico o le inyectas unas dosis de género para que parezca un thriller. Pero si te resistes a manipular los hechos, es probable que te quedes en tierra de nadie. Conste que el sudafricano Gavin Hood tiene oficio, aunque lo más fresco que haya ofrecido hasta ahora sea Tsotsi, Óscar para su país en el 2005. Nacido en 1963, en su filmografía lucen dos películas con problemas de redondeo pero interesantes, Expediente Anwar (2007) y Espías desde el cielo (2015), inspiradas en hechos o situaciones reales en las que se cuestiona el papel de los estados cuando recurren a la seguridad y sus periferias. En el 2003, en plena componenda entre George Bush Jr. y Tony Blair a cuenta de las supuestas armas de destrucción masiva de Sadam Huseín en Irak, la traductora Katharine Gun filtró a la opinión pública un correo electrónico confidencial en el que se sugería espiar a miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para presionarles a votar por la guerra. Fue acusada de alta traición, las pasó canutas en lo personal y familiar, y el desenlace ya es bien conocido de todos
Con tales materiales, tomando como base el libro correspondiente, Hood se viste el chaleco de currante y nos cuenta el incidente con pelos y señales, pero aparcando los recursos de género, de modo que opta por un tono de corrección a la británica renunciando a la parafernalia estilo Hollywood. No hay disparos, no chirrían neumáticos, nada de efectismos. Muy pulcra en lo formal, la película es una agradecida lección de historia que deja con los calzones bajos a Blair y toda su parafernalia, servicios secretos incluidos y no poca ineficiencia diplomática. Te queda la sensación -y es quizá su moraleja, más allá de ennoblecer el gesto moral de la funcionaria- de que el país estaba en manos de trapalleiros y confirma lo ya sabido, que lo de Irak fue un sangriento y devastador despropósito cuyas consecuencias todavía padecemos. Puede que el título sea algo rimbombante, pero qué vergüenza y cuántas ganas de vomitar.
«SECRETOS DE ESTADO»
[«OFFICIAL SECRETS»]
Reino Unido, 2019.
Director: Gavin Hood.
Intérpretes: Keira Knightley, Matt Smith, Matthew Goode, Ralph Fiennes, Tamsin Greig, Indira Varma, Kenneth Cranham, Dave Simon.
Thriller.
112 minutos.