El grupo de expertos creado en España para debatir sobre el tema recomendó su mantenimiento ante la falta de acuerdo
14 nov 2019 . Actualizado a las 20:11 h.Un año más, el último fin de semana de octubre los españoles atrasaremos el reloj una hora. La madrugada del 27 de octubre a las 3 horas, las manecillas se retrasarán de nuevo hasta las 2. Y no será la última vez. La Unión Europea ha dado a sus países miembros hasta abril de plazo para decidir con qué horario prefieren quedarse, de verano o de invierno, pero tendrá que ser solo uno.
En España, sin embargo, la comisión de expertos que estudia los pros y contras de eliminar el cambio horario emitió un informe que aconseja, que, de momento, se conserve la oscilación, en línea con la postura de Portugal, que ya anunció que seguirá cambiando la hora.
Jorge Mira, científico y miembro gallego de este comité, asegura que hay que tener en cuenta que «a sociedade española foi adquirindo seu punto de equilibrio por proba-erro. Agora din que a vida española é unha vida pouco racionalizada, pero eso non vai a cambiar polo feito de que movamos a hora». A su juicio, el tema del horario único es un proyecto que surgió por el interés de unos pocos, pero no se adapta a las necesidades de todos. «Todo isto foi "por culpa" dos finlandeses, que foron os que dixeron formalmente ante a Unión Europea que non querían facer o cambio oficial de hora -explica-. A eles dálles igual o cambio, porque pasan de 24 horas de noite no Nadal a 24 horas de día no verán. Unha hora arriba ou abaixo non lles afecta porque no momento do equinoccio o día pódelles cambiar unha hora nunha semana».
En Galicia, sin embargo, es diferente. «Nos nosos equinoccios hai un momento de cambio moi grande na amplitude solar, por iso o cambio faise para que a xente vaia acomodando a súa vida, e a centre no sol», añade el experto, que explica incluso que en Portugal están defendiendo adelantar el cambio de hora de otoño a septiembre. «De facer unha reforma -dice Mira- habería que facer esa, correlo de final de outubro a final de setembro, que é o que di ahora o Goberno portugués». El cambio horario ideal, afirma, sería adaptando la vida unos minutos cada día, «pero como non é operativo e a vida moderna estrutúrase en horas enteiras por iso se fai así, unha hora de golpe».
De momento, la corriente que impera en la Unión Europea es la de la supresión del cambio, pero Mira recuerda que «non é vinculante, terán que ser os xefes de cada goberno os que decidan». «Eu espero -confiesa- que nalgún momento os gobernos paren esa loucura», y recuerda que Portugal pasó por todos los sistemas posibles y concluyó, por el sistema de prueba-error, «que a mellor solución é a que teñen agora, a de manter o cambio».
El físico y divulgador gallego considera que es normal que la gente no tenga toda la información sobre este tema, pero asegura que se han difundido muchas noticias falsas en relación con este tema. «Unha delas é a que di que España ten o actual fuso horario pola amistade de Franco con Hitler, esta noticia creouse de forma artificial no 2008. Tamén é falso, por exemplo, o que din de que os españoles durmimos unha hora menos. Non hai datos que o sustenten».
Por su parte, José Luis Casero, presidente de la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) lidera la corriente que sigue apostando por suprimir el cambio horario bianual y mantener todo el año el de invierno. Para Casero la conclusión del comité de expertos es «un panfleto, un corta y pega de todo» en el que ha dominado «el miedo a mojarse» y el «nos quedamos como estamos». «Es algo que tarde o temprano tenemos que decidir», asegura, y añade que «la justificación económica del cambio de hora no tiene ningún sentido, y sí existe una justificación de salubridad, de descanso y de beneficio social de la ciudadanía».
Para Casero, «la costumbre tiene un componente bueno pero uno muy malo porque no evolucionamos como sociedad». Asegura que en Madrid anochezca a las nueve de la noche en verano no tiene nada de malo, porque en realidad estás deseando que se haga de noche para que refresque».