El accidente se produjo cuando el dispositivo se sobrecalentó y explotó durante la recarga
01 oct 2019 . Actualizado a las 12:00 h.Se llamaba Alua Asetkyzy Abzalbek, tenía 14 años y, como tantas jóvenes de su edad, se fue a la cama con el teléfono móvil, lo enchufó para cargar la batería y se puso a escuchar música. Al cabo de un rato se quedó dormida. Pero un accidente hizo que su teléfono móvil, situado en la almohada, se recalentara excesivamente durante la carga, lo que hizo que la batería explotara al lado de su cabeza mientras ella dormía.
La localidad de Bastobe, en Kazajistan, se despertó conmocionada a la mañana siguiente, cuando su familia la encontró muerta en su cama junto al móvil, que había ardido y le había causado heridas de carácter mortal. El aparato todavía estaba enchufado a la corriente, según comunicó la policía.
Cuando los servicios médicos acudieron para auxiliarla, tan solo pudieron constatar que había fallecido.
Los forenses que analizaron el lugar del accidente aseguraron que el aparato, cuya marca no trascendió, había ardido a primera hora de la mañana.
Según The Mirror, una de sus mejores amigas, Ayazhan Dolasheva, expresó su dolor en redes sociales y escribió: «Todavía no me lo creo. Eras la mejor. Habíamos estado juntas desde niñas. Va a ser muy duro estar sin ti. Me has dejado para siempre».