La Patrulla Águila dibuja un crespón en el cielo por el comandante Marín, muerto en La Manga
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El piloto era un profesional experimentado con 3.300 horas de vuelo. Entre sus acrobacias destaca el corazón que dibujó en el cielo para pedirle matrimonio a su novia
28 ago 2019 . Actualizado a las 15:01 h.La Patrulla Águila ha vuelto este miércoles a surcar el cielo tras el fallecimiento el lunes del comandante Francisco Marín Núñez, en un accidente en La Manga del Mar Menor, dibujando, lo que se ha interpretado como un crespón en homenaje a su compañero del Ejército del Aire.
Ante la atenta mirada de cientos de personas que se bañaban en las playas de la laguna salada, la Patrulla, que regresaba este miércoles a sus entrenamientos, ha realizado, en formación, un crespón en aguas de La Manga del Mar Menor. El primer vuelo de la Patrulla, a la que perteneció el comandante, ha sido realizar un crespón sobre el mar donde se estrelló Marín el lunes mientras realizaba un vuelo de instrucción.
La romántica acrobacia dedicada a su novia
Una de esas acrobacias le sirvió para pedirle la mano a su novia en el 2016. Durante una exhibición aérea, con motivo de la festividad de Santiago Apóstol, la patrulla dibujó un corazón en el cielo y el comandante Francisco Marín fue el encargado de dibujar la flecha con la estela de su avión. Después de aterrizar y ante la sorpresa de muchos de los presentes, echó la rodilla al suelo, sacó un anillo del bolsillo y le pidió matrimonio.
Un profesional experimentado
El piloto del Ejército del Aire era un profesional experimentado con 3.300 horas de vuelto, que hasta hace un año formaba parte de la patrulla acrobática Águila y que ejercía como instructor de vuelo de futuros pilotos en la Academia General del Aire (AGA) de San Javier.
Francisco Marín fue elegido por sus compañeros para ejecutar las maniobras más arriesgadas de la Patrulla Aguila, como loopings invertidos, virajes y caídas en picado a velocidad cero. Para prepararse para el puesto, aseguró en una entrevista publicada en el diario La Verdad que procuraba «estar en forma: hago carrera, gimnasio, crossfit y fútbol, también ejercicios para fortalecer la espalda porque sufre mucho con el impacto del vuelo». A pesar de la preparación física, el propio comandante reconocía que al mando de la aeronave trataba de concentrarse al máximo: «Cuando vuelo no dejo que nada del exterior entre en la cabina. Es como una meditación».