La carta había sido escrita por el capitán Anatoliy Botsanenko en 1969
19 ago 2019 . Actualizado a las 23:22 h.Tyler Ivanoff estaba recogiendo leña al norte del estrecho de Bering, el punto más septentrional del Océano Pacífico que separa Nortamérica de Asia, cuando algo llamó su atención. Una botella de vidrio verde asomaba por la costa. Contenía una carta que, días después, se sabría que databa de junio de 1969, según publica The Moscow Times.
Queriendo saber más de su hallazgo, Ivanoff publicó una imagen de la botella y de la nota en su facebook, esperando que alguien le ayudase a traducir el texto que contenía, escrito en ruso. No tardó mucho en conocer su contenido gracias a la colaboración de usuarios de la red social.
«Quien quiera que encuentre esta botella, le pedimos que informe a toda la tripulación del ‘Sulak’, en la ciudad de Vladivostok», pedían en la nota, donde además una abreviatura hacía referencia a una flota pesquera soviética del Lejano Oriente que acabó disolviéndose después de la Guerra Fría.
Una investigación llevada a cabo por los medios rusos revela que los datos marítimos del gobierno enumeran hasta tres barcos Sulak, ya desmantelados y construidos en 1964, 1966 y 1969.
La publicación de Ivanoff se hizo rápidamente viral y fueron varios los que le animaron a intentar localizar al autor de la carta, pero, alegando falta de tiempo, dijo que quien quisiera se sintiera libre de buscarlo. La expectación generada por el mensaje hizo que rápidamente los medios de comunicación se pusieran manos a la obra y localizaran al autor. Fueron los reporteros de Rusia-1 que consiguieron dar con el marinero: se trataba del Capitán Anatoliy Botsanenko, que nada más ver la carta reconoció su letra. «¡Es mía. Estoy seguro. Flota pesquera del Lejano Oriente. ¡F-P-L-O!», decía haciendo referencia a las siglas reflejadas en la nota.
Según pudo confirmar Botsanenko, que se puso a saltar de alegría nada más ver las fotos de la botella y de la carta, la nota fue escrita desde el Sulak que se construyó en 1966 y que navegó bajo sus órdenes hasta 1970. En aquel momento, Butsanenko, a sus 33 años, era el capitán más joven de toda esa flota.
Fueron varios los que animaron a Ivanoff a contestar a la carta, tal y como se pedía en la misma. El hombre, que no estaba seguro de ello sí afirmó que lo que le gustaría hacer en un futuro es «enviar un mensaje en una botella con sus hijos y ver hasta donde llega». Quizás otros 50 años después la historia se repita.