El exministro de Economía Hammond advierte de que un «brexit» duro sería una traición
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Diputados conservadores rechazan el proceder de Boris Johnson
14 ago 2019 . Actualizado a las 20:32 h.Las tres semanas de confianza y tregua al nuevo primer ministro británico llegaron a su fin. El exministro de Economía, Philipp Hammond, decidió pasar a la acción, es decir, a la crítica abierta a Boris Johnson y a las inverosímiles peticiones que hace a la Unión Europea. Tiene claro que Londres se encamina a un brexit duro y que una salida sin acuerdo de la UE sería una «traición» al referendo del 2016.
En una carta escrita junto a otros diputados conservadores y publicada por el diario conservador The Times, Hammond apuntó que las primeras señales dadas por Johnson sobre el rumbo que toma la negociación del brexit bajo su mandato no son «alentadoras» y no llevan camino de ser selladas con un acuerdo el próximo 31 de octubre.
Hammond acusó al nuevo Gobierno de intentar «impedir» la oportunidad de lograr un tratado entre Londres y Bruselas y recordó a sus compañeros de filas que a día de hoy «no hay una petición popular» a favor de un brexit duro. Así, el extitular de Economía tiene claro que quizás los favorables a una salida sin acuerdo «sean los que más ruido hacen, pero no son los más numerosos».
También fue muy crítico con el exdirector de la campaña Vote Leave y principal asesor de Boris Johnson en la actualidad, Dominic Cummings, englobándole en el grupo de las «personas no elegidas» por la ciudadanía y a quienes se les da todo el poder para mover los hilos del Gobierno británico.
Hammond llamó al sentido común, dejando claro que, como muchos británicos, prefiere una salida «suave y ordenada, que no altere sus vidas», si bien muchos ya ven perjudicado su nivel de vida, con la caída del valor de la libra y la subida del precio de sus vacaciones en ciudades europeas, en especial en las costas españolas. Tiene claro que la ruptura a las bravas con la que amenaza Boris Johnson llevará a «problemas» y define como un «mito» pensar lo contrario o que reportará beneficios económicos.
Johnson hizo oídos sordos y mantuvo una «sesión de control ciudadana», un evento en el que respondió en directo a través de la red social Facebook a preguntas de los usuarios sobre el brexit, acusando a los diputados contrarios a una salida dura de estar haciendo una «terrible colaboración» con Bruselas en un intento de hacer descarrilar sus planes. «Hay un tipo terrible de colaboración en marcha entre los que piensan que pueden bloquear el brexit en el Parlamento y nuestros amigos europeos», ha sostenido Johnson. «Necesitamos que nuestros amigos europeos se comprometan y cuanto más piensen que hay una posibilidad de que el brexit puede ser bloqueado en el Parlamento, más tercos serán al afianzarse en su posición», ha prevenido.
Cláusula de salvaguarda
Para Johnson, desde Bruselas no están haciendo avances en su voluntad de compromiso porque se ciñen a cada punto y coma del acuerdo negociado por su predecesora Theresa May. Si bien ahora, el nuevo primer ministro es partidario de eliminar la cláusula de salvaguarda de Irlanda del Norte.
El primer ministro tiene una cosa menos de la que preocuparse, ya que la Justicia británica impidió que el Tribunal Supremo analice sus supuestas mentiras durante la campaña del brexit, que incluían la promesa de que el Reino Unido se ahorraría 350 millones de libras (unos 378 millones de euros) a la semana, que van destinados a Bruselas, un dinero que prometió que pasaría a ir a las arcas de la sanidad pública británica y con la que se ganó muchos apoyos entre la ciudadanía.