Chivite toma posesión en Navarra apelando a la «convivencia» y arropada por Ábalos y Urkullu
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«Como presidenta, respetaré todas las maneras de pensar, de sentir, de vivir», porque los navarros son «diversos en una sociedad diversa». La socialista María Chivite tomó este martes posesión como presidenta de la Comunidad Foral con un discurso en el que apeló repetidamente al «reto» de la «convivencia» y a los «principios básicos de respeto, paz, memoria, verdad y justicia», después de que su investidura fuera duramente criticada por Navarra Suma (coalición formada por UPN, PP y Ciudadanos), que calificó de «traición» que los socialistas llegaran a la presidencia de Navarra -en un cuatripartito con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Esquerra- gracias a la abstención de Bildu. Para los populares, tal «traición» acabó con cualquier esperanza de cambiar el sentido de su voto y abstenerse en la segunda investidura de Sánchez.
En el acto, Chivite estuvo arropada por los ministros de Fomento y Agricultura (este último en las funciones asumidas de Política Territorial y Función Pública), José Luis Ábalos y Luis Planas, así como por el presidente del Gobierno vasco, Íñigo Urkullu, y representantes de las comunidades vecinas de Aragón y La Rioja.
La nueva presidenta, que ha formado un Ejecutivo paritario, calificó de «honor», «responsabilidad» y «reto» su cargo, que es «una oportunidad para trabajar por una Navarra que, desde su marco institucional y con lealtad al resto de instituciones forales, españolas y europeas, avance». A su espalda estaban las tres banderas -europea, española y foral- y tendió la mano a todas las formaciones políticas apelando a la «convivencia pacífica y al diálogo fructífero».