Echenique acusa al PSOE de manipular el documento sobre la negociación filtrado a la prensa

La batalla por el relato. Cuando a falta de unas horas de que se celebre la crucial votación en la que Sánchez tratará de ser investido presidente no existe acuerdo entre el PSOE y Podemos, muy mala señal supone que los dos capitanes de los equipos negociadores, Carmen Calvo y Pablo Echenique, dediquen sus agendas matinales a hacer un tour por los programas de radio en lugar de intentar salvar las diferencias. Apresurarse todo lo posible para intentar hacerse con el relato. La culpa del fracaso lo tiene el otro.

Abrió fuego Echenique, y con severa dureza, acusando al PSOE de manipular el documento que ayer a primera hora de la noche airearon a la prensa, cambiándole el título de forma malintencionada a «Exigencias de Unidas Podemos», con el fin de señalarlos.

Calvo respondió de inmediato acusando a su interlocutor de haber exigido la vicepresidencia para Irene Montero, que sino «ni se sentarían a la mesa», desprendiendo la supuesta obsesión por los sillones de Iglesias. Calvo intentó hacer daño con esta cuestión, al asegurar que las negociaciones estaban condenadas al fracaso en el mismo momento que el secretario general de Podemos fue apartado del consejo de Ministros. «Creo que estaban en su posición inicial: o su líder estaba en el Gobierno, o era muy difícil», manifestó. En ese intento de hacerse con el relato, la vicepresidenta del Ejecutivo en funciones garantizó que había sido el PSOE «los que siempre hemos llamado. Ayer Belarra (Ione, diputada de UP) tardó tres horas en cogerme el teléfono», criticó, acusando a los dirigentes de Podemos de intentar crear en Moncloa una estructura paralela y ajena al PSOE, «un doble gobierno. El documento que ponen sobre la mesa era trufar prácticamente todo el Consejo de Ministros para tener un Gob paralelo. Y de ahí no se han movido».

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