El presidente en funciones cree que «cortocircuita» la negociación de la investidura
14 jul 2019 . Actualizado a las 09:18 h.A solo unos días de la primera votación de la sesión de investidura -el debate se iniciará el próximo 22 de julio-, la partida de póker entre el PSOE y Unidas Podemos continúa. El órdago de Pablo Iglesias de someter la decisión de su voto en dicha sesión a una consulta a las bases del partido no ha sentado nada bien al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que hace apenas unos días se mostraba dispuesto a incorporar al Ejecutivo a figuras de Podemos o de sus confluencias siempre que tuvieran un carácter exclusivamente técnico y no formasen parte de la dirección del partido, lo que excluía expresamente una vicepresidencia para Pablo Iglesias, tal como exigía el secretario general de la formación morada.
Pero esta consulta ha desatado la ira de Sánchez, al considerar que este referendo interno «cortocircuita» la negociación y que su oferta era lo suficientemente generosa para ser aceptada, al permitir la entrada de ministros de Podemos en el Ejecutivo, con la única condición de que no fueran de la cúpula dirigente, según apuntaron diversos medios este sábado. Una irritación que no se ha querido expresar públicamente. Isabel Celaá, portavoz del Gobierno en funciones, ha dicho todo lo contrario: que la decisión de Iglesias «no dinamita» las conversaciones entre ambos líderes, mientras que en los corrillos de Moncloa opinan que sí, hasta el punto de que indican que Pedro Sánchez se tomará un tiempo de reflexión para saber cómo proceder con Podemos. No se descarta tampoco que se estudien nuevas vías sobre cómo afrontar la investidura y analizar el bloqueo político en el que se encuentra el país, así como a qué partidos acudir para solicitar su apoyo.