Expulsan de un campamento a una niña de 11 años con necesidades especiales tras las quejas de otros padres

LA VOZ REDACCION

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Sus padres tuvieron que ir a buscarla el primer día

02 jul 2019 . Actualizado a las 17:53 h.

Inés, una niña de once años que tarda un poco más de lo habitual en procesar la información que recibe, cogió las maletas para ir a un campamento de verano en las instalaciones de Aldeaduero (Salamanca) que ahora ha tenido que abandonar tras las quejas de familias de otras pequeñas que participaban en el mismo.

Las buenas experiencias de los dos años previos en otros campamentos animaron a su familia a que, en esta ocasión, se apuntase a uno especializado en mejorar los conocimientos de inglés, pero no pasó del segundo día ante las quejas de los padres de sus compañeras de habitación, según la información de la Cadena Ser recogida por Europa Press.

Tanto la madre de Inés, Carolina Gómez, como la niña y su familia estaban muy ilusionados con esta nueva experiencia en Aldeaduero pero una llamada la primera noche ha supuesto que la menor ya no esté allí, ha explicado en declaraciones a Europa Press.

De urgencia, sus padres han tenido que ir a buscarla y llevarla junto a sus abuelos paternos en Barcelona, después sus progenitores han cogido de nuevo el tren con dirección a Madrid, donde Inés vive y a donde va a un colegio con otros niños con necesidades educativas especiales, para continuar con su labor profesional.

Según ha explicado su progenitora, la niña acude dos semanas cada verano, desde 2017, a un campamento. En esta ocasión, ha señalado que informó a los organizadores de cómo es Inés y cuáles son capacidades y que no hubo impedimento alguno para su incorporación.

Sin embargo, el mismo día de la llegada, la madre de Inés recibió una llamada por la noche para explicarle las quejas de los progenitores de las compañeras con las que la menor compartía habitación.

Por ello, su familia pidió que la pusiesen con otras niñas. El centro ofreció a los padres de Inés una habitación compartida con un monitor. Algo que no aceptaron. «Yo le dije que eso era discriminación que cómo pensaba que se iba a sentir mi hija siendo la única que dormía con una profesora. Que si esa era la solución que me daba, que yo no la quería», asegura la madre. 

Ante ello, sus padres, y después de otras conversaciones en la jornada del sábado, viajaron a las instalaciones de la provincia de Salamanca para recoger a Inés, quien ya se encuentra en Barcelona, y estudian si denunciar a la entidad organizadora de este tipo de campamentos para aprender inglés, con sede en Madrid.

Por otra parte, Carolina Gómez, tras reconocer que Inés está «muy dolida» por lo sucedido, ha agradecido las muestras de cariño al conocerse lo ocurrido y, en cuanto a un campamento de la sierra de Madrid que se ha ofrecido para contar con la menor en sus actividades, ha querido mostrar su satisfacción por la propuesta pero ha señalado que la niña, una vez que ya está en Barcelona, se quedará allí junto a sus abuelos y sus primos.

Inés ya nunca olvidará este campamento. «Me ha dicho que es culpa suya porque no consigue ser normal», contó la madre a la Cadena Ser

Cermi denuncia ante la Fiscalía el caso

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ha denunciado este martes ante la Fiscalía y la Comunidad de Madrid el caso de Inés, la menor de 11 años con discapacidad expulsada de un campamento el pasado fin de semana tras las quejas de unas compañeras.

El delegado del Cermi para los Derechos Humanos, Jesús Martín Blanco, ha anunciado a Efe la denuncia presentada esta mañana a la vez que ha lamentado que «una actividad lúdica, como es un campamento, haya provocado dolor a Inés y su familia».

También la Coordinadora del Tercer Sector ha condenado en un comunicado estos hechos y ha informado de que ha presentado una queja ante el Defensor del Pueblo y del Menor para que se inicien acciones para aclarar lo sucedido.

Carolina Gómez, madre de la niña, ha asegurado que está estudiando si denunciará la discriminación a su hija en el campamento Pueblo Inglés, gestionado por la empresa Diverbo, la cual niega haber expulsado a la pequeña.

Para el Cermi «resulta intolerable que una circunstancia como la discapacidad colonice nuestra existencia para clasificarnos fuera de la vida en común y para ocultar a la propia persona con dignidad y derechos».

Martín ha lamentado la actitud del campamento, una «constante perversa» que aparta a este colectivo de «la esfera de la inclusión»: «Pone de manifiesto que nuestras vidas siguen estando depreciadas en valor y despreciadas en actitudes, algo intolerable en un Estado con cuarenta años de vida democrática».

Por su lado, la Coordinadora del Tercer Sector ha pedido formalmente este martes al Gobierno de la Comunidad de Madrid que actúe contra la empresa Diverbo, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, para conocer la situación producida con la expulsión de la menor.

Esta ONG ha solicitado que se analice por parte del Ejecutivo madrileño si esta actuación «no supone una evidente discriminación hacia la infancia y un ataque a los derechos de los menores con capacidades diversas.

Además, entiende que, de acuerdo a la legislación en materia de protección a la infancia y las relativas a ocio y tiempo libre, que en parte regulan a los campamentos, «la Comunidad de Madrid debería iniciar actuaciones ante un potencial delito de odio».