Bárcenas ratifica que los ordenadores que usaba en el PP contenían información sobre la caja B
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El extesorero y la exsecretaria general del PP vuelven a verse las caras en un juzgado
22 jun 2019 . Actualizado a las 00:03 h.La exsecretaria general del PP, Dolores de Cospedal y Luis Bárcenas coincidieron hoy en el juicio que se celebra en el juzgado de lo Penal número 31 de Madrid por la destrucción de los ordenadores del que fuera tesorero del Partido Popular. Ninguno de los dos está imputado. Acudieron como testigos para ofrecer su versión sobre este caso. Cospedal y Bárcenas no se veían las caras desde el duro enfrentamiento que protagonizaron los dos ex altos cargos del PP tras estallar el escándalo de los papeles del extesorero, que cumple condena por el caso Gürtel. Bárcenas llegó a señalar a Cospedal como receptora de dinero negro en sobresueldos, y Cospedal le ganó una demanda contra su honor en el juzgado.
El extesorero ratificó en la vista que él mismo usaba en la sede del partido que estos discos duros contenía información sobre la contabilidad paralela de los populares. Entre los distintos archivos que almacenaba se encontraba una hoja de cálculo que «completaban eso que se llaman mis papeles», ha asegurado en alusión a los conocido papeles de Bárcenas.
El extesorero, que se retiró en septiembre del 2016 de este procedimiento, compareció como testigo en esta vista oral acompañado de su abogado, Joaquín Ruiz de Infante, por si alguna de las preguntas formuladas por las distintas partes le puede perjudicar en alguna de las causas en la que se encuentra inmerso. El extesorero ha asegurado que los ordenadores Toshiba y Apple son de su propiedad y no del PP.
Así, a preguntas de la fiscal, el testigo ha explicado que en el Toshiba contenía «información histórica» que quiso recuperar en un «momento determinado» que guardaba relación con la investigación en la Audiencia Nacional del caso Gürtel y con la pieza denominada Udef Bla, que estudia la presunta caja B del PP a partir de los denominados papeles de Bárcenas.
«Aproveché a echar un vistazo para completar información que necesitaba» para poder «completar otra información que tenía exclusivamente manuscrita en papel», ha indicado. Ha precisado que ese ordenador contenía «hojas excel, datos relacionados con mis cuentas corrientes, había presupuestos de campañas electorales y cómo se financiaban y las notas que daban continuidad a los papeles».
La fiscal, que en algún momento del interrogatorio se ha dirigido a Bárcenas de un modo más contundente para restarle credibilidad, ha insistido en saber por qué el extesorero traspasó información de un ordenador a otro cada vez que cambiaba de dispositivo y sin embargo la citada documentación se dejó en el Toshiba y acudió a ella años después. «No lo sé. Hay cosas que se quedan, otras que se pasan y otras que las borro directamente porque no le concedo trascendencia. Gran parte las pasé a los siguientes ordenadores, pero había una hoja de cálculo que complementaban esos que se llaman mis papeles», ha respondido. En cuanto al otro ordenador objeto de este juicio, el Apple Macbook, ha dicho que contenía recibos escaneados que daban «soporte» a sus anotaciones.
Declaración del jefe jurídico del PP
La jornada comenzó con la declaración del jefe de la Asesoría Jurídica del PP, Alberto Durán, quién aseguró que cuando se procedió a realizar el protocolo de borrado de los discos duros, el departamento informático observó que «no había absolutamente nada» almacenado. Durán ha sido el primero de los cuatro acusados en declarar en la vista oral. Solo ha contestado a las preguntas de la Fiscalía -que considera que no existen indicios de delito en este caso- y de su defensa, ejercida por el abogado Esteban Mestre. Ha comenzado afirmando que Bárcenas tiene una «enemistad» con él, pues solo lo conoce de los procedimientos judiciales en los que ambos se han visto envueltos por las demandas interpuestas por el extesorero.
«Es inverosímil pensar que Bárcenas se hubiese dejado algo en Génova. Todo es un montaje de Bárcenas para atacarnos como trabajadores que le hemos plantado cara en el PP, para hacer daño al PP», ha subrayado Durán. Al inicio de su declaración ha explicado que a principios del 2013 el PP prohibió a Bárcenas la entrada a la sede de la calle Génova de Madrid para «evitar cualquier escándalo», dado que había salido en la prensa que el extesorero tenía «una inmensa fortuna en Suiza». Por ello, se puso en contacto con él para que se llevase sus pertenencia y «desalojase la sala».
Evitar pruebas
Durán ha asegurado que intentó hablar en varias ocasiones con Bárcenas y con su abogado para «urgirles» que dejasen libre la Sala Andalucía. De hecho, ha leído algunos mensajes que les envió para intentar demostrar esta afirmación. Así, ha señalado que debido a que no recibía ninguna respuesta, detectó que la intención del extesorero era «dilatar» el desalojo para «preconstruir una prueba» que le sirviese en un juicio para dar credibilidad a que usaba ese despacho y que había sido objeto de un despido improcedente.
Por ello, tomó la decisión con la entonces secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, que sería el propio partido el que despejara dicha sala de reuniones para no perder la demanda laboral que finalmente interpuso Bárcenas, ha admitido. Ordenó a los trabajadores del departamento de distribución del PP que metieran todo en «27 cajas» para que el extesorero fuese a por ellas cuando quisiera.
«No inspeccioné absolutamente nada (...) Yo no tenía interés en apropiarme de nada, de destruir nada, sino que esto desaparezca de la sede», ha dicho Durán, al mismo tiempo que ha asegurado que si Bárcenas le hubiese entregado un documento que demostrase que los ordenadores eran de su propiedad, se los hubiera devuelto sin problemas.
Protocolo de borrado
Con todo ello, ha recordado que Bárcenas también le denunció por robo, hurto y apropiación indebida por quedarse con los dos portátiles y que el procedimiento fue archivado porque nunca se demostró la propiedad de los discos duros. Pero hasta el momento del cierre de esta causa, Durán pidió al director informático del PP, José Manuel Moreno -también acusado- que no «tocase nada de esos ordenadores».
El protocolo de borrado se fue a aplicar cuando se acordó el sobreseimiento de la denuncia y no se demostró la propiedad de los ordenadores Apple y Toshiba. En ese momento, Moreno le informó que «no hay absolutamente nada y que ni siquiera hay contraseña». «Esta información es relevante, porque si hubiera tenido contraseña o dato, nuestra actuación hubiera sido distinta como dice el protocolo, pues en su presencia se accedería el ordenador», ha añadido.
Por último, ha señalado que tampoco había ningún dato ni clave de acceso en otro ordenador de sobremesa que había en el mismo despacho y ha ironizado que no entiende por qué ni las acusaciones ni Bárcenas han mostrado ningún interés.