Juanma del Olmo, el encargado de la estrategia de las primeras generales de Podemos sin Íñigo Errejón, tampoco ha logrado revalidar su escaño
29 abr 2019 . Actualizado a las 12:53 h.Por apenas 384 votos. El escrutinio iba avanzando poco a poco en la provincia de Álava y el PP veía como uno de sus pesos pesados se quedaba sin escaño en el Congreso. Bildu le había arrebatado el único escaño que tenían en juego en País Vasco y los populares no eran capaces de recuperarlo. Ni tan siquiera con el tirón de un candidato con tirón nacional como Javier Maroto, nada más y nada menos, que el número 3 del partido.
Maroto es uno de los dirigentes del PP en los que más se ha apoyado el líder de la formación, Pablo Casado, desde que llegó a la presidencia del partido. Le nombró responsable de Organización, y por tanto, encargado de la coordinación a escalas autonómica y provincial en los populares.
El exalcalde de Vitoria se incorporó a la dirección nacional del PP de la mano de Mariano Rajoy en el verano de 2015, y lo hizo precisamente junto a Pablo Casado. Las designaciones de ambos eran la muestra del cambio de discurso y de estrategia que el entonces presidente del Gobierno y del PP quería imprimir en un contexto en el que los nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos, estaban acaparando el protagonismo del espacio mediático y colocando sus mensajes en la agenda política.
Maroto fue designado vicesecretario de Acción Sectorial, y entre su cometido figuraba la pretensión de renovar el mensaje del PP en el área social. Casado asumió la Vicesecretaría de Comunicación. Tras la marcha de Rajoy, el PP se enfrentó a un proceso de primarias a las que se presentaron varios candidatos, aunque tres con opciones de alcanzar el liderazgo del partido: Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal y Casado. Maroto, desde el principio, se alineó con él. Tras su sorprendente victoria, el nuevo líder del PP situó a Maroto como número tres de la formación, y cuando llegó la convocatoria electoral, le nombró director de campaña. El vitoriano, durante estas semanas, ha sido uno de los rostros visibles del PP en ámbito nacional y ha acudido a varios debates y entrevistas.
Es la primera vez que el PP no logra representación al Congreso de los Diputados por Álava desde 1989. El PP obtuvo con Alfonso Alonso un escaño en Álava en las anteriores elecciones de 2016 y ahora lo ha perdido. En esta circunscripción los cuatro diputados a repartir han recaído en PNV, PSE, Unidas Podemos y Bildu. Los populares, de hecho, se han quedado sin representación parlamentaria en las tres provincias vascas.
El director de campaña Podemos, también fuera del Congreso
Algo muy parecido ha ocurrido en Podemos. Tampoco estará en el Congreso Juanma del Olmo, responsable de Comunicación del partido y uno de los cargos más próximos y afines a Pablo Iglesias. Aunque la coordinación de la campaña se ha colegiado en gran medida, Del Olmo ha sido una de las personas que más ha influido en las decisiones y en la estrategia a adoptar, por ejemplo, en los dos debates televisados a los que fue Iglesias. Hoy mismo, el candidato de la formación «morada» a la Presidencia del Gobierno ha escrito en su cuenta de Twitter que la que acabó el viernes había sido la «mejor campaña» de la organización (las dos anteriores las dirigió Íñigo Errejón). En estas elecciones, Del Olmo ha concurrido como número uno por Valladolid, pero Unidas Podemos no ha logrado escaño; es más, ha quedado a cero en Castilla y León.
El Congreso no es para toreros
Aunque durante la campaña PP y Vox parecían competir con el fichaje de toreros para sus listas, finalmente no saltará ninguno al ruedo del Congreso. Ni Serafín Mata, número 3 de la lista del partido de Abascal por Barcelona, ni Miguel Abellán, número 12 del PP por Madrid, tendrán escaño del Congreso. Tampoco ha logrado escaño el banderillero Pablo Ciprés, que era cabeza de lista de Vox por Huesca. Del mismo modo, Raquel Sanz, viuda de Víctor Barrio, se queda fuera de la Cámara Baja, ya que el PP solo ha logrado un escaño en la provincia de Segovia.
Otros de los damnificados por el descalabro del PP han sido el ex consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid y jefe de gabinete de Casado, Francisco Javier Fernández-Lasquetty, que iba de 'número ocho' por Madrid, o la hermana del concejal del PP asesinado por ETA Miguel Ángel Blanco, Mari Mar Blanco, que iba de diez.
Tampoco seguirá en el Congreso el candidato de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, que se hizo célebre como el «diputado 176» que permitió a Mariano Rajoy aprobar sus dos últimos presupuestos.