Sánchez se niega a acudir al de Atresmedia tras la prohibición de que participe Vox y solo acepta ir a RTVE el día 23, pero los otros partidos exigen uno en la privada el 22 y otro en la pública el 23
18 abr 2019 . Actualizado a las 09:57 h.Discurría la campaña en tono tan agrio como plano, pero la decisión de la Junta Electoral Central de prohibir la inclusión de Vox en el debate a cinco programado en Atresmedia ha dado un giro al rumbo de la contienda. El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que había rechazado participar en el debate organizado por RTVE exclusivamente con los líderes del PP, Ciudadanos y Unidas Podemos, y optó por integrar en el tique al partido de extrema derecha, cambió de criterio y dio plantón a Atresmedia con el argumento de que, una vez descartada la presencia de Vox, hay que debatir en RTVE porque es «la televisión de todos».
RTVE ofrece una fecha posterior
El giro de los acontecimientos enmaraña la campaña, porque Atresmedia mantiene su plan de celebrar el día 23 el debate con los cuatro principales candidatos, incluido Sánchez, y al que los líderes del PP, Pablo Casado; Unidas Podemos, Pablo Iglesias; y Ciudadanos, Albert Rivera, se han comprometido a acudir. Pero RTVE, que tenía previsto emitir el suyo el día 22, ofreció ayer a los cuatro partidos celebrarlo «en fechas posteriores» siempre que fueran consensuadas entre ellos.
Sánchez, sin embargo, solo acepta que el debate en la televisión pública se celebre el 23, precisamente el día que estaba reservado para la cadena privada, para impedir así que Atresmedia pueda organizar uno en el que su silla aparezca vacía. Su decisión es inamovible y ya ha sido trasladada la cadena pública, según el PSOE. Los otros tres partidos mantienen sin embargo el pulso y exigen que haya dos debates. Tanto Pablo Casado como Pablo Iglesias aseguraron que acudirán a los dos. «Yo estaré el lunes en el debate de TVE y el martes en el de Atresmedia» afirmó el líder popular. «Nosotros estaremos en los dos», señaló también el candidato de Unidas Podemos, que exigió «decencia» al resto de aspirantes para que acudan a ambos. «Tiene sentido debatir en la pública, pero también había un compromiso con la privada», señaló por su parte Albert Rivera, líder de Ciudadanos. De no haber acuerdo, podría ocurrir que finalmente no se celebrara ningún debate o que hubiera dos y Sánchez no estuviera en ninguno.
Debate sobre el debate
El debate sobre el debate amenaza así con monopolizar la campaña durante toda la semana. El Gobierno mantiene el criterio de que el presidente participe solo en uno. Esgrime ahora que RTVE fue la primera en plantear un debate a cuatro y, dado que la corporación pública ha ofrecido la señal gratuita a todos los medios que deseen emitirlo, será allí donde comparezca, a pesar del compromiso previo con Atresmedia. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, señaló que la participación de Vox suponía «un factor añadido coyuntural con mucha visibilidad», pero ahora, «en igualdad de condiciones, el Gobierno siempre optará por la televisión pública, que es de todos y abierta a todos».
Sea cual sea la solución a este embrollo político, jurídico y mediático, lo que es seguro es que Sánchez ha visto esfumarse su estrategia de participar en un debate en el que estuviera presente Santiago Abascal para poder presentar así a Vox, PP y Ciudadanos como un único bloque de las tres derechas que se reflejaría en la foto de la plaza de Colón.
Sánchez pierde su mejor baza
Ahora, el duelo quedaría enmarcado en dos bloques, uno de izquierda que representan el PSOE y Unidas Podemos, y uno de centroderecha en el que están el PP y Ciudadanos, que tendrán así oportunidad de desmarcarse de las propuestas de Vox sin poder ser rebatidos por el líder de este partido. Sánchez puede quedar aprisionado por las críticas desde la derecha y desde la izquierda, aunque sus estrategas confían en que si el enfrentamiento se convierte en un todos contra uno puede beneficiarle.
En cualquier caso, si hay debate Casado saldrá a por todas y buscando el KO, porque puede ser su última oportunidad de dar la vuelta a los sondeos que apuntan a un claro triunfo del PSOE. Rivera cargará también contra Sánchez, pero buscando su propio espacio frente al PP en cuestiones sociales como el aborto o la eutanasia. E Iglesias, muy confiado en este tipo de enfrentamientos, espera que sea el punto de inflexión para recuperar al electorado fugado al PSOE.
Casado aprovechó toda la polémica para exigir a Sánchez que no sea «cobarde» y acceda a un cara a cara con él como líder de la oposición, que le saca además 50 escaños en el Congreso. «Esto de que se comprometa a ir a un debate y que luego los deje tirados, yo tampoco lo entiendo porque soy hombre de palabra», señaló sobre la negativa del líder del PSOE de acudir a Atresmedia.
Rivera participará en los dos
A pesar de que Iglesias calificó de «tontería» que se excluyera a Vox del debate en la privada, el secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, consideró que la Junta Electoral Central le ha hecho un favor a Santiago Abascal al impedirle participar porque «lo poquito que sabe de España es el nombre del país».
Pero la polémica ha servido también para que los independentistas de ERC y también del PNV, dos de los grupos que recurrieron la invitación a Vox por considerar que vulneraba la proporcionalidad, utilicen ahora los argumentos de la Junta Electoral para exigir su presencia en el debate de RTVE. Si se celebra.