
El CIS pronostica un triunfo de Sánchez y un hundimiento del PP de Casado. Los socialistas necesitarían pactos para alcanzar la Moncloa
09 abr 2019 . Actualizado a las 13:25 h.La campaña electoral de las elecciones generales del 28A arranca la medianoche del viernes. Lo hará rodeada de una gran incertidumbre sobre el veredicto de las urnas y con la amenaza de un escenario de bloqueo político, incapaz de articular mayorías o de producir un nuevo Gobierno. Y con la resaca de la publicación de la macroencuesta del CIS.
El barómetro del instituto público (que esta vez ofrece datos de estimación de voto) pronostica una victoria del PSOE, que lograría entre 123 y 138 escaños. El PP sufriría un fuerte batacazo y sería segundo con una horquilla entre 66 y 76 actas. Ciudadanos conseguiría entre 42 y 51 escaños. Vox sería cuarta fuerza e irrumpiría en el Congreso con una horquilla de entre 29 y 37 diputados. Unidas Podemos bajaría a la quinta posición con entre 28 y 34 actas, aunque habría que sumarle entre 5 y 7 parlamentarios de su marca catalana, En común Podem.
El CIS lanza su estudio preelectoral envuelto en una controversia casi permanente desde que José Félix Tezanos asumió la presidencia tras la llegada de Pedro Sánchez al palacio de la Moncloa. El dirigente socialista cambió la periodicidad y los métodos de los barómetros. Las encuestas se convirtieron en mensuales. Dejaron de ofrecer estimación de voto (datos cocinados para corregir errores y sesgos) y se limitaron a recoger la intención de voto (agregando las respuestas directas de los encuestados), lo que generó suspicacias entre otros expertos demoscópicos. Y colocaron al PSOE en la posición de líder, muy por delante de sus rivales.
El barómetro de febrero del CIS pintaba el siguiente panorama: Victoria aplastante del PSOE, recuperación del PP que le aupaba al segundo puesto y declive de Ciudadanos, Podemos y hasta de Vox. Todas las encuestas señalan una victoria del PSOE y una fuerte caída de Podemos. También dibujan un escenario complicado para formar mayorías. A partir de ahí, empiezan las divergencias.
Estudios como el de Sondaxe del 24 de marzo colocan a Vox como tercera fuerza, por delante de Ciudadanos y por detrás de un PP que perdería casi 60 escaños. Otros sondeos más recientes apuntan a un demarraje de los socialistas (al borde de las 140 actas), a la recuperación del partido de Casado como líder indiscutible del frente de derechas y a un posible pinchazo de Vox en lo que parecía un ascenso vertiginoso.
Las encuestas de intención de voto continúan ofreciendo un panorama sin mayorías para el 28 de abril. El PSOE mantiene su ascenso en los sondeos, en los que aparece como la formación vencedora ante un Partido Popular incapaz de alcanzar el centenar de diputados. El problema para Pedro Sánchez está en la estimación de representantes para Unidas Podemos. El regreso de Pablo Iglesias de su baja de paternidad no ha surtido el efecto esperado y su partido sigue hundiéndose en los sondeos. La suma de ambos en un bloque de izquierdas es insuficiente para optar a la mayoría absoluta en el Congreso. Entre los cinco sondeos publicados este fin de semana en periódicos nacionales, PSOE y Unidas Podemos se quedan a menos de diez diputados de los 175 congresistas en dos de ellos. Sánchez precisaría así del apoyo de los partidos independentistas catalanes para mantenerse en la Moncloa.