El país nórdico presenta una arriesgada propuesta; la banda Hatari canta: «El odio prevalecerá, Europa de desrrumbará», con una puesta en escena de corte sadomasoquista
22 mar 2019 . Actualizado a las 14:53 h.«La vida no tiene sentido. El vacío nos llevará a todos. El odio prevalecerá. Europa se derrumbará». Islandia es la apuesta más arriesgada de Eurovisión 2019. Esta es la letra del tema Hatrio mun sigra (El odio prevalecerá), con el que los islandeses competirán en Tel Aviv en mayo. Pero el salto mortal va más allá. Este delegación también arriesga con sus particulares estilismos. El grupo Hatari, que viene a ser algo así como Haters y lucen mucho cuero y pinchos sobre el escenario. Una estética bondage que no tiene nada que ver con los looks que lucen habitualmente los integrantes de la banda. Algunos se acuerdan de Lordi, el grupo heavy finlandés que ganó el concurso en el 2006 con sus máscaras monstruosas y su tema Hard Rock Hallelujah para sorpresa de los espectadores más puristas. Aunque esta candidatura tiene un toque más tenebroso y contestatario, más sadomaquista.
La propuesta islandesa es un tanto inclasificable. Tecno, punk, crush... En todo caso, una mezcla de estilos muy poco eurovisivos o festivaleros. Un tema y una puesta en escena muy oscuros, algunos incluso dicen que «satánicos». Por lo que se puede comprobar, Islandia no tiene término medio. El año pasado presentó en Lisboa la balada Our Choice, tema interpretado por Ari Olafsson que intentaba esparcir el amor y la paz en el concurso y el mundo. Todo buenas intenciones. El resultado fue realmente pobre. Participó en la primera semifinal y no pasó de ahí. Acabó en el puesto 19, con solo 15 puntos. Pero en el 2019 Islandia ha dado un volantazo para hablar del vacío del futuro, de la hecatombe, de las lágrimas.
¿Cómo reaccionarán el público y los jurados de los diferentes países de Europa? Pues la candidatura de este país competirá en la primera semifinal, que se celebrará el 14 de mayo. Ese será el primer termómetro. Si los islandeses superan esa barrera inician se enfrentarán a la gran final del sábado, el 18 de mayo. Allí esperan, de momento, los llamados big five, los únicos países que tienen garantizado el puesto gracias a su contribución económica al evento: España, Francia, Italia, Reino Unido y Alemania.
En su país, Hatari es un grupo premiado y aplaudido por el público. En el año 2017 sus integrantes fueron galardonados con el premio a la mejor banda en directo en el festival de música islandés Iceland Airwaves y recientemente recibieron el reconocimiento al mejor artista del año.
Los integrantes de la banda son tres amigos de la escuela de arte: Klemens Hannigan, Matthías Tryggvi Haraldson y Einar Stéfansson. Su look habitual nada tiene que ver con la imagen extrema que representan sobre el escenario. Pero su discurso no es diplomático. Incluso han llegado a lanzarle alguna directa a Benjamin Netanyahu, todo un desafío teniendo en cuenta que el concurso se celebrará en la ciudad israelí de Tel Aviv.
Ojo, que si Europa se levanta revoltosa el día del festival, al margen del metálico alternativo Conan Osíris y su Telemóveis, de Portugal, Finlandia, si llega a la final, presentará la mejor opción para los grandes rebeldes del festival. Y nunca hay que despreciarlos. Porque en ellos se cimentaron los triunfos de Lordi, Dana International y Conchita Wurst, tres símbolos victoriosos del concurso en los últimos años que representan el triunfo de lo diferente. Si no triunfan, los miembros de Hatari pueden regodearse en los versos de su propia canción: «La felicidad terminará. Porque es una ilusión. Un sueño traicionero. El odio prevalecerá».