Theresa May amenaza con renunciar a una tercera votación sobre su acuerdo con la Unión Europea

La Voz REDACCIÓN

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HENRY NICHOLLS | Reuters

Boris Johnson considera «absurdo» refrendar el pacto sin negociar con Bruselas

18 mar 2019 . Actualizado a las 10:54 h.

La primera ministra británica Theresa May podría renunciar a someter por tercera vez al voto de los diputados el acuerdo de salida que negoció con la Unión Europea si no cuenta con suficientes apoyos. May hizo un llamamiento en un artículo publicado por el diario Sunday Telegraph al «patriotismo» de los diputados para que respalden el acuerdo de divorcio que firmó con Bruselas, pero que ya han rechazado en dos ocasiones por una holgada mayoría.

May quiere presentar otra vez el texto a los diputados el martes o el miércoles, antes del Consejo Europeo previsto el jueves. Dos de sus ministros advirtieron sin embargo que la votación podría no organizarse si la jefa del gobierno no lograba obtener el respaldo de más diputados, informa AFP. «No es seguro» que se organice la votación, declaró en la BBC el ministro de Finanzas, Philip Hammond. «Solo presentaremos de nuevo el acuerdo si estamos seguros que un número suficiente de nuestros colegas y del DUP (partido unionista norirlandés) están dispuestos a apoyarlo para que pase al Parlamento», dijo.

«Sería difícil justificar organizar una votación si estamos seguros de perderla», afirmó por su parte el ministro de Comercio Internacional, Liam Fox, a Sky news

La primera ministra intenta convencer a los euroescépticos, a los miembros más recalcitrantes de su partido y a los diputados del DUP, su aliado en el Parlamento, que creen que el acuerdo es demasiado conciliador con Bruselas, para que cambien de opinión. La inquietud de estos políticos es que el Reino Unido permanezca atado a las normas del mercado único si Londres y Bruselas no llegan a un acuerdo comercial durante el periodo de transición, fijado en principio entre la retirada británica y finales de. 2020.

El principal escollo del acuerdo es la llamada salvaguarda irlandesa, un mecanismo que busca evitar la reintroducción de una frontera física entre Irlanda --país de la UE-- y la provincia británica de Irlanda del Norte, así como preservar el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998.

May resalta en su artículo la importancia de que los diputados muestren unidad como «demócratas y patriotas» y que de «manera pragmática hagan los compromisos honorables necesarios para superar la división» y mirar hacia el futuro.

«Un brexit a ciegas»

Por su parte, el líder laborista, Jeremy Corbyn, adelantó este domingo a la cadena Sky que no apoyará el acuerdo porque es «un brexit a ciegas que causará un enorme daño a nuestra economía», informa Efe. «Soy entusiasta en lo que se refiere a conseguir un pacto con Europa que garantice nuestra futura relación comercial y proteja los empleos y las industrias en este país», añadió.

El líder de la oposición estimó que el acuerdo de May puede ser rechazado otra vez, por lo que consideró apropiado evaluar si se presenta un voto de censura contra el Gobierno conservador. Ante un eventual rechazo del pacto esta semana, Corbyn insistió en que los laboristas «deberíamos decir que tiene que haber unas elecciones generales para que el pueblo de este país decida».

La tesis de Johnson

El exministro británico de Asuntos Exteriores Boris Johnson, figura destacada del grupo de diputados conservadores euroescépticos, ha considerado que sería «absurdo» celebrar una nueva votación del acuerdo del «brexit» sin intentar antes nuevas conversaciones con la Unión Europea.

El antiguo titular del Foreign Office recalca que son necesarios más cambios en la salvaguarda si se quiere desbloquear la crisis.

«Si aceptamos este acuerdo (...) afrontamos una mayor humillación en la segunda fase», indica Johnson al referirse a las conversaciones sobre la futura relación comercial entre el Reino Unido y la UE que debe negociarse en el periodo de transición, previsto entre la retirada británica y finales de 2020. También agrega que el Gobierno debería dar a conocer su estrategia para las conversaciones de esa segunda fase a fin de «tranquilizar» a los diputados que tienen dudas sobre el acuerdo.