La más pequeña de las Kardashian es la milmillonaria más joven de la historia.
19 mar 2019 . Actualizado a las 16:17 h.Pertenece a una de las familias más mediáticas del planeta. Lo suyo, como lo del resto del clan, no es precisamente la discreción. Sino todo lo contrario. Son adictos a los focos. Y bien que rentabilizan esa pasión desmedida por ser siempre el centro de atención. Es la pequeña de la saga, pero tiene bien aprendida la lección. Tanto, que se ha convertido en la milmillonaria más joven de la historia. No es otra que Kylie Jenner (Los Ángeles, 1997), la benjamina de las Kardashian. Forbes acaba de proclamarla reina de los jóvenes con posibles. Y es que, a sus 21 primaveras, atesora un patrimonio neto de más de mil millones de dólares. Los que hay que tener como mínimo para colarse en la exclusiva lista de la publicación norteamericana. El sueño de cualquier mortal.
Hasta ha adelantado en eso de precocidad a Mark Zuckerberg, el genio de Facebook, que alcanzó ese Olimpo cuando contaba 23 años, dos más que la Kardashian. Se ha hecho de oro gracias, entre otras cosas, a su firma de maquillaje. Kylie Cosmetics se llama, ¿cómo si no? Comenzó en ese negocio hace apenas cuatro años. Prestando su nombre -y se supone que su saber- a una línea de barras de labios. La idea: ofrecer a sus miles de fans la oportunidad de lucir un labial en tonos nude como el que solía usar por aquel entonces la celebrity. Por 29 dólares. Un caprichito. El germen de su imperio. Hoy su empresa maneja cifras inimaginables en los comienzos. Tanto que se codea con gigantes de la talla de L’Oréal o Estée Lauder. Solo venden por Internet. Y ya tienen de todo: bronceadores, highlighters, sombras de ojos, brochas, bases de maquillaje y, por supuesto, varias líneas de esas ediciones especiales que tanto gustan a sus fans. Cuenta para ello con sus hermanas Kourtney y Khloé.
Está claro que posee el toque de Midas. Tanto que ha dejado pequeña la fortuna, y podría decirse que hasta empañado la popularidad de otro de los pesos pesados del clan Jenner-Kardashian, la mismísima Kim Kardashian, a quien ya le hace más que sombra. Los posibles de la pionera de la familia en las lides mediáticas ascienden a 350 millones con 37 años. A los que habría que sumar, claro, los muchos millones que amontona en su cuenta su marido, el rapero Kanye West. Pero esa es otra historia.
Hija de Kris y Caitlyn Jenner, Kylie contaba tan solo diez años cuando comenzó su imparable carrera. A imagen y semejanza de sus hermanas. En el reality show Keeping Up With The Kardashians. Su trampolín al estrellato. No tardó en convertirse en uno de los personajes más comentados del serial.
Ella misma reconoce que se lo debe casi todo a las redes sociales. En ellas radica buena parte de su poder, si no todo. Cuenta con más de 129 millones de seguidores en su cuenta de Instagram que no se pierden ninguna de sus andanzas. Eso la coloca en el top ten de la plataforma. Por delante de la mismísima Beyoncé o de Justin Bieber. Y no pierde ocasión para explotar esa mina.
La última, hace apenas unos días. Poco después de alcanzar el trono de Forbes. La benjamina ha incendiado Instagram con una imagen, entre tierna y sensual, en la que aparece en uno de los sofás de su inmensa mansión, al sol y con un bebé entre sus brazos al que le está dando un beso. Está desnuda. O eso parece. Las posturas de protagonista y retoño dejan todo a la imaginación de los followers. Más de diez millones de likes y casi 200.000 comentarios. Que se dice pronto.