«Brexit», ¿y ahora qué?: freno al divorcio, segundo referendo o salto al vacío
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La Unión Europea pone a Theresa May ante un dilema tras el rechazo del acuerdo del «brexit» en Westminster
13 mar 2019 . Actualizado a las 08:06 h.La elección que tanto tiempo ha querido esquivar la primera ministra británica, Theresa May, se abre paso. La premier tiene ante sí tres puertas y solo podrá girar el pomo de una. Con el acuerdo del brexit enterrado por Westminster, la líder tory tendrá que optar por activar el freno de mano del brexit, pedir una prórroga a la UE o agarrarse el sombrero y saltar al vacío el próximo 30 de marzo. Los Veintisiete no están dispuestos a conceder más tiempo a los británicos si no es para convocar un segundo referendo. «La UE ha hecho todo lo que ha podido para ayudar a sacar adelante el Acuerdo de Salida. El bloque solo puede ser resuelto en el Reino Unido. Nuestras preparaciones para un no acuerdo son ahora más importantes que nunca», deslizó este martes con tono pesimista el negociador europeo, Michel Barnier, tras asistir al hundimiento definitivo del acuerdo.
«Todo el mundo está harto (…) No les daremos más tiempo para enredar o renegociar», asegura una alta fuente diplomática, antes de descartar que la extensión, en caso de ser solicitada por Londres y los Veintisiete la aprueben, se alargue a junio. ¿Por qué? Berlín tiene dudas razonables en torno al vacío legal que podría desencadenarse si el Reino Unido sigue dentro de la UE cuando los europeos acudan a las urnas a votar en las elecciones del 26 de mayo. Algunos juristas prevén demandas masivas por negar el derecho de los ciudadanos de un Estado miembro a elegir a sus representantes al Parlamento Europeo. «Es difícil que la Eurocámara pueda funcionar sin los diputados de un país miembro», admiten fuentes comunitarias.
El plan ahora es otro. Tensar la cuerda en las próximas semanas hasta que May se vea forzada a suspender el brexit, aunque muchas delegaciones consideran que esta decisión sería «bastante humillante» para Londres. Otras vías que existen son las de convocar una nueva consulta o esperar que una eventual dimisión de la premier dé paso a nuevas elecciones -un proceso que podría dilatar el calendario hasta un año y alumbrar un Ejecutivo pro UE-.
Esta nueva derrota de May en el Parlamento británico deja al Reino Unido suspendido de una mano en el precipicio del brexit. «La situación es muy mala (…) No hay más margen (…) Estamos muy cerca», admiten fuentes comunitarias, antes de abundar en el pesimismo que albergan las cancillerías europeas: «La gente está harta de estos juegos anglobritánicos (…) No podemos resolverles la papeleta», insisten.
Mientras la líder tory busca una forma de salvar su pellejo y el de sus compatriotas, la UE continúa con sus planes de preparación para un brexit duro el próximo 30 de marzo. La Eurocámara dará luz verde este miércoles a tres enmiendas legislativas para facilitar el acceso recíproco de buques británicos y europeos a las aguas territoriales, facilitar el desembolso de ayudas a la paralización de la flota afectada por el eventual cierre de caladeros y las certificaciones para evitar cuellos de botella en el transporte. Aunque nadie quiere creer en ese desenlace, hace tiempo que Bruselas lo ha puesto sobre la mesa como escenario principal.