Facebook, Twitter y Google suspenden en su lucha contra la desinformación en línea
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Bruselas les exige acciones urgentes para evitar el sabotaje de las elecciones europeas en el mes de mayo
01 mar 2019 . Actualizado a las 07:58 h.¿Quién está detrás de los anuncios políticos patrocinados en las redes sociales? ¿Quién dirige a los ejércitos de bots que propagan información falsa y maliciosa en línea? ¿Por qué tienen tanta visibilidad en las plataformas digitales? Son algunas de las dudas que alberga Bruselas a menos de tres meses de las elecciones europeas. A pesar de la presión ejercida sobre Facebook, Twitter y Google para que colaboren con las autoridades para frenar las campañas de intoxicación informativa, la Comisión Europea tuvo que reconocer ayer que sus responsables no han hecho los deberes.
Desde que se comprometieron el pasado octubre con el código de conducta voluntario, ninguno de los tres miembros de la hidra que domina Internet ha logrado aprobar los exámenes de Bruselas. «Queda mucho por hacer», alertó ayer el comisario de Seguridad, Julian King. Sigue sin haber transparencia sobre la publicidad política, es muy difícil, por no decir imposible, identificar a sus promotores, diferenciar los anuncios de la información o recibir los resultados de los protocolos de control y supervisión que deberían estar aplicando las compañías. Una situación que ha indignado a los responsables comunitarios, quienes ayer cargaron contra la inacción de las empresas digitales: «Instamos a las plataformas a acelerar sus esfuerzos porque estamos preocupados por la situación (…) Deben hacer más en todos los Estados miembro para ayudar a garantizar la integridad de las elecciones al Parlamento Europeo en mayo».
Nerviosismo
El nerviosismo en el seno de las instituciones europeas no es baladí. Las campañas electorales arrancan este mes y se prevé un entorno de hostilidad e interferencias extranjeras nunca visto. ¿Con qué objetivo? Subvertir el orden democrático en la Unión Europea. Según EP, Facebook ha retirado bajo este código un total de 783 páginas, cuentas y grupos implicados en actividades de difusión de contenidos falsos vinculados a Irán y 364 páginas y cuentas relacionadas con una red rusa que opera desde los países del este y los Bálticos y de la que forman parte algunos trabajadores del portal Sputnik. Como parte de su estrategia para presionar a las digitales, Bruselas publicará informes mensuales de progreso. Amenaza con ir más allá: «Nuestra opción preferida es no regular», deslizó ayer la portavoz de la Comisión, Mina Andreeva, pero la comisaria de Justicia, Vera Jourova, mantiene la puerta abierta a diseñar una normativa europea para finales de año si los gigantes de Internet se resisten.