Se reunirá esta misma tarde con el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, consciente de que necesita encontrar una fórmula que convenza a Westminster
20 feb 2019 . Actualizado a las 08:02 h.Ni reapertura del acuerdo, ni cambios sustanciales ni parches temporales al arreglo pactado para la frontera irlandesa. Theresa May no ha conseguido que la UE acceda a ninguna de las vías de salida para desencallar el brexit. Consciente de que necesita encontrar una fórmula que convenza a Westminster, la primera ministra británica aterriza hoy en Bruselas. Se reunirá esta misma tarde con el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. El luxemburgués quiere poner fin al drama, pero no podrá ir más allá de las directrices de los Veintisiete. Y las capitales europeas han sido claras: que los británicos arreglen sus problemas.
«No hay demandas aceptables sobre la mesa. No puede haber un tiempo límite para la salvaguarda (mantenimiento de Irlanda del Norte en la unión aduanera y en el mercado único) ni cláusulas unilaterales para suspenderla», explicó ayer el ministro de Estado para Europa alemán, Michael Roth, antes de acusar a Londres de hacer oídos sordos: «No veo la voluntad necesaria por parte británica», lamentó. En la misma línea se expresó el austriaco, Gernot Blümel, para quien no existe una alternativa real más eficaz que la que contempla el acuerdo del brexit para evitar una frontera dura entre las dos Irlandas al tiempo que se blinda la integridad del mercado único. «No veo qué otra solución se puede encontrar que no haya sido considerada en los últimos meses y años de negociaciones», zanjó. La de hoy puede ser la última oportunidad de May para salvar su acuerdo, rechazado por una mayoría histórica en el Parlamento británico. La fecha del brexit (29 de marzo) se acerca y a la premier no le quedan más cartas en la mano. Los escenarios no han cambiado: puede escoger entre el acuerdo con Westmister para salir de la UE de forma ordenada, con o sin prórroga, el divorcio traumático, las elecciones, el segundo referendo o la suspensión sine die del artículo 50.
Mientras, en el Reino Unido, el gigante automovilístico japonés Honda confirmó el cierre de su única planta en el país en el 2021, lo que supone la pérdida de 3.500 empleos. La compañía aseguró que la decisión se toma por cambios globales debidos a la producción de vehículos eléctricos y no como consecuencia del brexit. Sin embargo, Honda había advertido de los problemas que podía causar un divorcio de la UE sin acuerdo.
Además, en previsión de una salida de la UE sin acuerdo, el Gobierno británico anunció ayer que aplicará aranceles a las importaciones de alimentos para proteger a sus agricultores. También se conoció que el número de trabajadores comunitarios en el Reino Unido disminuyó en 61.000 personas.