La diputada del PP Celia Villalobos deja la política evidenciando sus diferencias con Casado

Nacho de la Fuente
Nacho de la Fuente REDACCIÓN

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Chema Moya | Efe

Sincera y polemista, este «verso suelto» del partido admite que tira la toalla por su apoyo a Sáenz de Santamaría. La malagueña protagonizó multitud de polémicas por sus declaraciones a bote pronto y por malas prácticas en el Congreso

21 feb 2019 . Actualizado a las 12:22 h.

Exalcaldesa, exministra y diputada del Congreso durante 33 años. Celia Villalobos anuncia que deja la política el mismo día que fracasa la negociación para lograr un consenso en la comisión del Pacto de Toledo, que ella preside, para asegurar el futuro de las pensiones. Deja la política activa, por lo que al terminar esta legislatura abandonará el escaño en el Congreso que ocupa desde 1986.

Polemista y muy directa, este «verso suelto» del Partido Popular no oculta que tira la toalla por su férreo apoyo a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias del PP, en las que se impuso Pablo Casado. Villalobos anunció ayer su marcha en el programa Espejo Público de Antena 3 dejando claro que se va porque ya pinta muy poco en el nuevo PP de Casado: «Perdí un Congreso, alguien tenía que ser la figura de los que han perdido y soy yo».

 

«He tenido muchas diferencias con mi partido en aborto, matrimonio gay, el divorcio y cuestiones sociales, pero me he mantenido. Los presidentes sucesivos, quizás, muchas cosas de las que hacia no les gustaban, pero me mantenían», recalcó.

FERNANDO ALVARADO | EFE

 Villalobos protagonizó multitud de polémicas por sus declaraciones a bote pronto y por malas prácticas en el Congreso que saltaron rápido a los telediarios. Por ejemplo, cuando fue pillada por las cámaras jugando en una tablet al Candy Crush mientras presidía la sesión del Debate del estado de la nación del 2015 o cuando la cazaron consultando una tienda on line en plena sesión de control al Ejecutivo de Pedro Sánchez en el 2018 mientras hablaba desde la tribuna la ministra de Justicia, Dolores Delgado.

De lengua y griterío fácil, Villalobos nunca pasaba desapercibida. Esposa del sociólogo Pedro Arriola, gurú electoral del PP y estrecho colaborador de Aznar y Rajoy, nunca ha tenido pelos en la lengua para polemizar en tertulias televisivas, llevar la contraria a compañeros de partido o, por ejemplo, advertirle a un diputado de Podemos sobre su estética personal. «A mí me da igual que lleven rastas. Pero que las lleven limpias para no pegarme los piojos», espetó Villalobos, entonces vicepresidenta primera del Congreso, durante el programa La mañana de La 1, en clara alusión al estilismo del joven diputado de Podemos Alberto Rodríguez.

 

Villalobos, ha sido diputada en el Congreso desde 1986 con tres presidentes distintos al frente del Partido Popular (Aznar, Rajoy y ahora Pablo Casado) y al lado de diferentes portavoces parlamentarios (Rodrigo Rato, Luis De Grandes, Eduardo Zaplana, Soraya Saénz de Santamaría o Rafael Hernando).

En el Congreso ha formado parte de la Mesa de la Cámara con cuatro presidentes distintos (los socialistas Manuel Marín, José Bono y Patxi López, y el popular Jesús Posada), y en el Gobierno fue ministra de Sanidad con José María Aznar. Además, fue alcaldesa de Málaga durante cinco años (1995-2000).