«Blindspot»: No, no es la típica serie americana sobre el FBI

r. r. REDACCIÓN / LA VOZ

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AXN acaba de estrenar la cuarta temporada de esta ficción, que sigue conservando un plus de originalidad que marca la diferencia

18 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Una mujer aparece desnuda en el interior de una bolsa de deportes en pleno Times Square, pero con el cuerpo totalmente recubierto de tatuajes. No sabe quién es. Ha perdido totalmente la memoria. Pero entre las múltiples figuras de su silueta aparece grabado un nombre, el de Kurt Weller, un agente especial del FBI. Es el arranque de la serie Blindspot, estrenada en septiembre del 2015 y al que muy pocos, probablemente, le hubieran augurado una cuarta temporada, la que se acaba de estrenar en AXN. La trama, quizás, se ha estirado demasiado y la historia se ha enrevesado hasta el punto de confundir -e incluso aburrir- por momentos al espectador. Pero, aún así, dista mucho de ser la típica producción americana sobre el FBI y sus conflictos con la CIA para salvar al mundo de cualquier tipo de amenaza. En el fondo se mantiene el cliché y los estereotipos que refleja no son muy diferentes a los de otras series, pero presenta un plus de originalidad que marca la diferencia. Los tatuajes no son solo la llave para ayudar a recuperar la identidad de Jane, o Remi, los nombres de la protagonista, sino que también ofrecen pistas sobre futuros atentados que el equipo del FBI intentará resolver. En cada episodio se desvela un misterio, pero la intriga se mantiene a lo largo de la serie para desvelar una conspiración mucho más compleja. Todo está bien atado y la historia fluye adecuadamente, aunque en ocasiones se enreda demasiado.

Quizás lo más interesante sean los malos. Los personajes de la protagonista, cuando hace de Remi, y de su hermano Roman, que en la nueva temporada solo se aparece en visiones. Ofrecen una mayor profundidad que los acaramelados agentes del FBI, que acaban reclutando a la chica tatuada. Y hay sorpresas que valen la pena.