El vórtice polar paraliza Estados Unidos

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La combinación de bajas temperaturas y vientos intensos podría generar una sensación térmica de hasta -60 grados

30 ene 2019 . Actualizado a las 17:15 h.

Tras el calentamiento súbito de la estratosfera que se registró a comienzos de enero, era cuestión de días que la rotura del vórtice polar se tradujese en una situación de tiempo extremo. Esta semana una irrupción de aire muy frío de origen polar ha invadido el norte de Estados Unidos. El aire está tan gélido que en los mapas meteorológicos aparecen nuevos colores, como el rosa, para ilustrar la temperatura de la masa de aire. Los termómetros han descendido ya hasta los cuarenta grados bajo y la previsión es que sigan cayendo. Además, el intenso viento que acompaña al aire que se desliza de norte a sur procedente del Ártico favorece que la sensación térmica en algunas ciudades como Chicago alcanza los sesenta grados bajo cero. 

«Diría que la intensidad de este aire frío es única en esta última generación», aseguró John Gagan, uno de los científicos del Servicio Nacional de Meteorología. E frío en Estados Unidos rivaliza directamente con el que se experimenta en regiones extremas como la Antártida o en la cima del Everest.  

¿Por qué se rompió el vórtice polar?

La temperatura del aire en la estratosfera, una capa situada entre los doce y los cincuenta kilómetros de altura, se mantiene en torno a los ochenta grados bajo cero. Sin embargo, la interacción con la capa que tiene justo por debajo, la troposfera, elevó su temperatura a comienzos de año, generando un calentamiento súbito. «Este fenómeno ocurre cuando en muy poco tiempo, en torno a cinco días, puede llegar a aumentar hasta cincuenta grados en la región estratosférica polar», explica Blanca Ayarzagüena, investigadora del Instituto de Geociencias del CSIC Universidad Complutense de Madrid. 

El repentino calentamiento tiene consecuencias directas en la dinámica del vórtice polar, el cinturón de vientos que confina en el extremo norte un aire que está muy frío debido a la escasa radiación solar que hay en el hemisferio boreal en esta época del año. «El vórtice, en lugar de estar redondeado y concentrado en la zona polar, se estira y se desplaza fuera de su posición natural», añade la investigadora. 

Trump, el negacionista

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha aprovechado la intensa ola de frío para hacer gala de su negacionismo. Ayer publicó en su cuenta de Twitter un comentario en el que se pregunta dónde se ha metido el calentamiento global ahora que los estadounidenses lo necesitan para combatir las bajas temperaturas.

No es la primera vez que el presidente aprovecha una ola polar para vender su mensaje negacionista. Trump olvida que el cambio climático es un fenómeno global. Al mismo tiempo que Estados Unidos se congela, otros países del hemisferio sur, donde ahora es verano, registran temperaturas máximas históricas. Australia sufrió hace una semana una de las olas de calor más intensas de las últimas décadas, con valores que rozaron los cincuenta grados. 

Por otra parte, en un contexto de calentamiento, los inviernos podrían ser más cada vez más crudos. La Tierra ocupa su tiempo buscando el equilibrio. Debido a la inclinación del eje de rotación, la radiación solar no incide de la misma forma en todo el planeta: en el ecuador es mucho más intensa que en los polos. Para compensar este desfase térmico, mueve aire frío hacia la latitud cero y cálido hacia los extremos del mundo. En las latitudes medias, donde confluye el aire gélido que desciende y el caliente que asciende, circula el jet stream, una de las corrientes en chorro que recorren el mundo. La que afecta a Galicia y a Estados Unidos se desplaza de oeste a este. Pero el calentamiento global está atenuando esa diferencia de temperatura entre el ecuador y los polos. Por tanto, estas corrientes de aire, se destensan. Cada vez con más frecuencia presentan grandes meandros como los de un río. Esto se llama Efecto Ártico.

 

Si un país como Estados Unidos o una región como Galicia quedan en la parte descendente de la corriente en chorro recibirán masas de aire muy frío. Por tanto, detrás de un episodio de valores extremos como el actual también puede estar el aumento de la temperatura media del planeta. El cambio climático tiene sus paradojas, algo que le cuesta entender a Trump.