Bruselas insiste en que no puede haber tiempos muertos sin garantías de que Westminster resolverá el bloqueo
29 ene 2019 . Actualizado a las 18:54 h.«Hoy no es el día de Bruselas, es el día de Londres», exclamó esta mañana el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas. Los ojos de la UE están puestos una vez más en Londres. La batalla del brexit se libra entre las paredes de Westminster. Si los diputados no se ponen de acuerdo y cualquiera que sea el plan de la primera ministra británica, Theresa May, no sale adelante, el caos está garantizado el próximo 29 de marzo.
La premier baraja sus cartas. Busca una fórmula para no pasar el mal trago de tener que pedir tiempo muerto o, lo que es peor, elecciones o un segundo referendo. Durante el debate en el parlamento británico deslizó una vieja idea: reabrir el acuerdo y renegociar con los Veintisiete la solución de emergencia para evitar una frontera dura en Irlanda.
Bruselas bosteza a estas horas. «El acuerdo no se renegocia», insiste. Schinas no ve «nada nuevo sobre la mesa». O lo toman o lo dejan. Si Londres no quiere precipitarse hacia el brexit traumático deberá echar el freno de mano o revertir su decisión. No hay margen a concesiones legales adicionales. ¿Aclaraciones? Las que quieran, pero sin tocar el texto acordado.
Los laboristas insisten en pedir una prórroga para buscar una salida al atolladero. May se resiste y la UE les advierte de que cualquier extensión requiere una petición explícita del gobierno británico y la unanimidad de los Veintisiete, que ya han perdido la paciencia. Algunas cancillerías cuestionan abiertamente la voluntad de ofrecer una tregua a los británicos para que busquen una mayoría parlamentaria a favor del acuerdo pactado el pasado mes de diciembre. La cuerda también se está tensando en Bruselas, que insiste en exigir un plan para poder conceder cualquier balón de oxígeno a May, ya sea para «aclarar» cuestiones del acuerdo o para hablar de una extensión del artículo 50. Londres tendría que aclarar para ello cuánto tiempo necesita y para qué querría el Reino Unido paralizar el reloj del brexit.
La puerta al periodo transitorio, eso sí, solo se abrirá cuando la fumata blanca asome en Westminster. Sin acuerdo no hay transición.