El presidente Bolsonaro confirma que Brasil se retira del Pacto Migratorio de la ONU
10 ene 2019 . Actualizado a las 08:05 h.Es costumbre en la Asamblea General de la ONU que Brasil sea el primer país en salir al estrado, porque siempre se ofrecía voluntario y se acabó convirtiendo en tradición. Ahora, cuando sea el turno del presidente Jair Bolsonaro, el resto de los 193 estados miembros podrán escuchar la explicación del ultraderechista sobre la salida del gigante sudamericano del Pacto Migratorio de las Naciones Unidas y su particular visión contra la globalización que la justifica.
Bolsonaro (o su equipo) se despertó ayer temprano, y antes de las seis de la mañana, publicó un tuit en el que anunciaba que cumpliría con una de sus promesas de campaña: sacar a Brasil del acuerdo firmado en diciembre. «No será cualquiera el que entra en nuestra casa a través de un pacto firmado por terceros», dijo obviando la firma de su predecesor, Michel Temer. «Quien por lo que fuera venga aquí, deberá estar sujeto a nuestras reglas, costumbres y leyes, así como cantar nuestro himno y respetar nuestra cultura», abundó.
Brasil tiene apenas un 0,4 % de población inmigrante, y apenas un foco conflictivo de movimiento en la frontera: el éxodo de venezolanos que entra a través del estado brasileño de Roraima, que ya ha sido intervenido antes del cambio de mando en Planalto. Antes de ser investido ministro de Exteriores, el polémico Ernesto Araújo ya había criticado el Pacto Migratorio de la ONU porque es «un instrumento inadecuado para lidiar con el problema de la inmigración, que no debe ser tratado como un problema global, sino de acuerdo con la realidad y la soberanía de cada país». Bolsonaro y con él su jefe de la diplomacia son críticos con el concepto de la globalización.
Apenas 20 países de la Asamblea General de la ONU votaron en contra del pacto, entre ellos Israel, Suiza, Hungría, Italia y EE.UU. «Mimetizar a los Estados Unidos se ha convertido en política de Estado. Esto tendrá poco efecto interno salvo fomentar la xenofobia. Es un gesto simbólico de homenaje a la intolerancia», criticó el candidato derrotado de la izquierda, Fernando Haddad, sobre la medida. «Es siempre lamentable cuando un Estado se desvincula de un proceso multilateral», respondió un portavoz de la ONU.