El presidente del Supremo frena la puesta en libertad de Lula

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro BRASILIA / CORRESPONSAL

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Antonio Lacerda | Efe

Anula el fallo que permite salir a presos con recursos pendientes

20 dic 2018 . Actualizado a las 07:58 h.

El presidente del Supremo Tribunal Federal brasileño, Dias Toffoli, tumbó a última hora de la noche la decisión del juez de la misma sala, Marco Aurélio Mello, que podría haber supuesto la liberación del expresidente Lula da Silva.

«Si el Supremo aún es el Supremo, mi decisión tiene que ser obedecida». Así de rotundo se había manifestado Mello, horas después de publicar una decisión preliminar que ordenaba la puesta en libertad de los presos condenados en segunda instancia y que aún no hayan agotado su recorrido de recursos por la justicia. Ninguno de los 170.000 afectados es más importante que el expresidente Lula da Silva, que con la decisión de Mello podría salir de la cárcel de Curitiba, donde está recluido desde el 7 de abril para cumplir 12 años y un mes de prisión por delitos de corrupción.

«Será un test importante para nuestra democracia, ver si nuestras instituciones aún son respetadas», abundó Marco Aurélio Mello en declaraciones a Globo, después de reconocer que había intentado llevar al pleno del Supremo la pauta de la constitucionalidad de las prisiones por condenas en segunda instancia durante todo el año electoral, sin éxito.

El magistrado atendía a una cuestión de constitucionalidad presentada por el Partido Comunista de Brasil, y sentenció que no es legal encarcelar a alguien que aún no haya agotado todos los recursos.

Su superior, Toffoli, que lleva apenas unos meses en el cargo, finalmente le desacreditó: «Suspendo la decisión preliminar hasta que sea juzgada por el plenario, y hasta entonces prevalece la decisión del Supremo». La misma sala había acordado en el 2016 la legalidad de las prisiones en segunda instancia. Tanto la Fiscalía General de la República como el cuerpo de élite que investiga los casos de la Lava Jato habían pedido que la liberación de Lula no prosperase.

La marcha atrás en la decisión de Mello, uno de los jueces más mediáticos del STF, es la segunda vez que Lula ve frustrada su salida de prisión, después de que en julio, un juez de guardia del tribunal de Porto Alegre (el que condenó a Lula) atendiese a un recurso contra la sentencia. Entonces, el ahora nuevo ministro de Justicia, Sergio Moro, se saltó el escalafón y sus vacaciones para frenar la decisión. A 15 días de la toma de posesión del nuevo presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, la defensa del gran líder de la izquierda solicitó su inmediata puesta en libertad, pero ya se olían que Toffoli (indicado para el Supremo como uno de los jueces más jóvenes de la historia del país por el propio Lula) no la firmaría.