Laura Luelmo, una joven con una vida normal, amante del arte y el deporte

M. C. C. REDACCIÓN / LA VOZ

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La joven, que había nacido en Zamora en 1992 y trabajaba como profesora, había llegado hace unos días a El Campillo para trabajar de maestra sustituta

18 dic 2018 . Actualizado a las 20:29 h.

La vida no le ha dado para mucho a Laura Luelmo. Con tan solo 26 años su cuerpo apareció este lunes en una zona escarpada a cuatro kilómetros de El Campillo, un pequeño pueblo de la provincia de Huelva de apenas 2.000 habitantes, en el que residía temporalmente después de aceptar una oferta de trabajo: la de ser profesora sustituta en el instituto de secundaria Francisco Vázquez Díaz, en el vecino pueblo de Nerva.

Laura Luelmo nació en 1992 en Zamora. Llevó una vida sin demasiadas complicaciones en una ciudad tranquila. La de una niña normal que ya apuntaba, desde pequeña, su afición por la pintura, la escultura y el deporte. Tras su paso por el Instituto de Secundaria Claudio Moyano, a los 18 años se trasladó a Salamanca a estudiar Artes Plásticas.

A menos de cuarenta kilómetros de Zamora se encuentra Villanueva del Puente, un coqueto pueblo de apenas 700 habitantes, donde Laura Luelmo pasaba grandes temporadas. De allí son sus abuelos, consternados con lo que ha pasado. También reside su novio y un nutrido grupo de amigos de Laura. En el consistorio de la comarca de La Guareña, a la que pertenece Villanueva del Puente, luce desde primera hora de la tarde ayer un crespón negro en señal de duelo por la muerte de la joven.

Laura Luelmo cruzó media España para llegar hace dos semanas a El Campillo. Se incorporó a dar clases como profesora interina de educación plástica el 4 de diciembre en el instituto de secundaria Francisco Vázquez Díaz, del vecino pueblo de Nerva. Los investigadores recalcan que tenía una vida totalmente estable, con una carrera profesional en ciernes, con una relación sentimental igualmente estable y sin problemas familiares ni sociales de ningún tipo. Estaba totalmente integrada con su nuevo entorno y feliz con esta oportunidad profesional. Salió a correr, otras de sus aficiones, el pasado miércoles y ya no regresó. Y toda apunta a que su final fue violento, algo todavía más trágico cuando solo se tienen 26 años y toda una vida por delante.