La víctima, de 19 años, ha presentado una denuncia ante los Mossos d'Esquadra tras haber sido atacada por un hombre en el portal de su casa, en Lérida. «Por favor, que se acabe esto. 10 segundos cambian una vida»
07 dic 2018 . Actualizado a las 20:57 h.María Mas, de 19 años, es «una víctima más» de abuso sexual. El pasado miércoles, por la noche, fue agredida por un desconocido en el portal de su casa, en el barrio de Balafia, Lérida. Tras acudir al hospital para someterse a una revisión médica e interponer una denuncia ante los Mossos d'Esquadra, relató lo sucedido, a cara descubierta y visiblemente afectada, en un valiente vídeo de YouTube que roza las 29.000 visualizaciones en solo un día. Casi diez minutos de confesión detallada con una única intención: encontrar a la persona que la atacó.
La joven salió a tirar la basura con la intención de volver a subir, coger la bolsa de deporte y marcharse a entrenar para después irse a su casa familiar para pasar el puente. Eran las 9 y media de la noche. Llevaba los auriculares puestos y se cruzó a un hombre, con un gorro y un prenda en el cuello que le tapaba la boca, que caminaba con las rodillas curvadas hacia dentro. «Creo que no era de nacionalidad española por el color de la piel, pero no me fijé mucho porque estaba todo lleno de niebla».
María entró en el portal y, cuando se giró para comprobar que se cerraba correctamente, se encontró al desconocido frente a ella. «Se vive tan diferente cuando le pasa a uno mismo...», comenta en el vídeo. Confiesa haber pensado siempre que si le pasaba algo así, reaccionaría de forma violenta. Pero el miedo no le dejó, la paralizó. «Estaba súper vulnerable, chillando, temblando, no había nadie en el portal ni en la calla, siempre me encuentro a alguien, pero en ese momento estaba sola y él me pegó, me tocó y se fue corriendo».
Cuenta cómo salió disparada a su casa, presa del pánico. Cómo entró y cerró la puerta con llave, cómo sufrió un ataque de ansiedad y cómo llamó a sus padres, llorando. Ellos llamaron a una ambulancia, que tardó una hora en llegar. «Me fui a urgencias, donde me atendieron bien, pero se me quedó grabada una frase que me dijeron: "Es normal, hay gente así". ¿Cómo que es normal? Es que no es normal, por qué tengo que tener miedo», lamenta la víctima entre lágrimas. «¿Por qué tengo que salir de casa pensando en que puede haber alguien que me haga daño?»
Los médicos le dieron a María una pastilla para que se tranquilizase y el forense le practicó el pertinente examen. «Si alguna vez os pasa esto, por favor denunciadlo -pide ella-. Yo no me siento mejor ahora por haberlo hecho, pero ojalá lo encuentren, el daño ya está hecho, sobre todo psicológico». La grabación, que se corta en diferentes momentos en los que la joven se derrumba, envía otro mensaje más a las mujeres: «Espero que algún día esto no ocurra y que podamos andar tranquilamente por la calle, de noche y de día». También tiene palabras para ellos: «No quiero generalizar en ningún caso, pero tened cuidado con lo que hacéis porque una tontería que os pueda parecer a vosotros, un calentón que os pueda entrar afecta muchísimo mentalmente a la otra persona».
Es consciente de que ahora debe continuar con su vida normal, pero reconoce ante la cámara que no se siente segura, que es muy difícil. «Yo voy a mirar atrás cada vez que sienta una presencia». El vídeo termina con un plano de la misma noche de la agresión, grabado mientras esperaba la llegada de la ambulancia en el que se ve a la joven muy impresionada y muy nerviosa, incapaz de contener el llanto, casi siquiera de hablar.
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