Sarkozy, a un paso de ir a juicio por financiación ilegal en el 2012

Alexandra F. Coego PARÍS / CORRESPONSAL

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Charles Platiau | Reuters

Pierde un recurso para evitar ser procesado por el caso Bygmalion

26 oct 2018 . Actualizado a las 08:02 h.

Un tribunal de París rechazó este jueves el recurso presentado por Nicolas Sarzoky para evitar ser procesado por la supuesta financiación ilegal de su campaña presidencial del 2012. Cuatro años después de que se revelara el escándalo conocido como Bygmalion, el expresidente se encuentra más cerca que nunca del banquillo de los acusados.

La decisión respalda la orden del juez de instrucción emitida en febrero del 2017 para juzgar al político conservador por maquillar sus cuentas de campaña y ocultar el verdadero coste. A la salida de la audiencia, su abogado anunció que apelará la decisión ante el Tribunal Supremo, el último recurso que le queda para evitar el juicio.

En el ojo del huracán se encuentra la financiación de la campaña al Elíseo de hace seis años, en la que fue derrotado por el socialista, François Hollande. El exjefe de Estado y entonces candidato del UMP (ahora rebautizado como Los Republicanos) está acusado de gastar casi el doble del límite fijado por ley, establecido en 22,5 millones de euros, incluso después de haber sido alertado de que iba a superarlo. En total, las cuentas se elevaron a más de 42,8 millones de euros, los cuales supuestamente maquillaron gracias a un sistema de facturas falsificadas establecido en colaboración con la empresa de relaciones públicas Bygmalion. Según Patrick Maisonneuve, el abogado de la agencia, el UMP habría presionado para que mítines de la campaña de Sarkozy fueran facturados como convenciones del partido, permitiendo así desviar parte de los gastos.

«Poco creíble»

Hasta ahora, la defensa del expresidente se ha basado en el desconocimiento de la situación. Sin embargo, la convocatoria a juicio emitida por el juez de instrucción, Serge Tournaire, considera que «más que nadie, se supone que Sarkozy conocía, respetaba y hacía cumplir a sus equipos con las disposiciones legales en materia de financiación de campaña». Tournaire, conocido en el país por ser severo e implacable, añadió que «la autoridad de Nicolas Sarkozy, su experiencia política (...) hacen poco creíble la hipótesis de un candidato desconectado de su campaña, que deja a sus equipos o a su partido y sus líderes actuar sin contar con él y decidir todo en su lugar».

Desde la derrota electoral, el exmandatario ha afrontado una serie de investigaciones por corrupción, fraude, favoritismo e irregularidades en sus campañas, como la proveniente de Moamar Gadafi para las presidenciales del 2007, que le llevó a la jefatura del Estado. A cambio de recibir millones promocionaría a Libia en el extranjero a su llegada al palacio del Elíseo. En marzo del 2016 fue imputado por «corrupción pasiva, financiación ilegal de campaña electoral y ocultación de fondos públicos libios».

En noviembre del mismo año, Ziad Takieddine, un supuesto intermediario de la trama, aseguró haber transportado 5 millones de euros en efectivo de Trípoli a París, con el entonces ministro del Interior como destinatario final.