Pese a la petición de la Cámara Baja, Pedro Sánchez cierra la puerta a prescindir de Dolores Delgado
10 oct 2018 . Actualizado a las 07:39 h.El Congreso ha reprobado a la ministra de Justicia de Pedro Sánchez con 166 votos a favor, 91 en contra y 83 abstenciones. La mayoría de la Cámara Baja ha respaldado una moción impulsada por el PP y Ciudadanos para exigir el cese inmediato de Dolores Delgado, implicada en un escándalo por su vinculación y «perversas amistades» con el controvertido comisario Villarejo y el juez Baltasar Garzón.
Delgado, que ya había sido reprobada por el Senado (el PP tiene mayoría absoluta en esa Cámara), se convierte en la primera ministra del Gobierno Sánchez censurada por el Pleno del Congreso.
La clave de que la moción saliera adelante fue la abstención del principal apoyo del Gobierno socialista, el grupo parlamentario de Unidos Podemos (también se abstuvieron los grupos catalanes). La postura de la coalición de izquierdas y sus confluencias permitió a populares y naranjas sacar adelante una votación de fuerte carga simbólica que, en principio, no tendrá consecuencias inmediatas.
Casi a la misma hora Pedro Sánchez decía públicamente y en rueda de prensa con el presidente chileno Sebastián Piñera que no iba a prescindir de la ministra. «No lo van a lograr», dijo en referencia al PP el jefe del Ejecutivo, que también ironizó: «Con lo que les costaba a algunos conjugar el verbo dimitir en primera persona y ahora hacen todo lo posible para conjugar el verbo en tercera persona».
A la hora de defender la moción, el PP hizo hincapié en las «perversas amistades» de la ministra de Justicia con el comisario jubilado José Manuel Villarejo y también por su relación con Baltasar Garzón, recoge Europa Press. Según la parlamentaria María Jesús Moro, los intereses del antiguo juez están marcando la actuación de Delgado en el ministerio. El portavoz naranja durante este debate, José Ignacio Prendes, ha señalado que el país no necesita «una ministra que no ceda al chantaje, sino una ministra que no pueda ser chantajeada», en alusión a las grabaciones que se han hecho públicas las últimas semanas de un encuentro en 2009 entre Delgado, Garzón, el comisario ahora en prisión y otros mandos policiales.