Rato irá a la cárcel por quemar la «black»

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El Supremo confirma los cuatro años y mediod e prisión para el expresidente de Bankia y las penas de la mayoría de los 63 condenados, aunque rebaja las de quienes devolvieron el dinero

04 oct 2018 . Actualizado a las 01:15 h.

Un año y siete meses después de que la Audiencia Nacional condenara a Rodrigo Rato a cuatro años y medio de cárcel por dilapidar, junto a otros 64 exdirectivos y consejeros de la extinta Caja Madrid y de Bankia, más de 12 millones de euros a través de tarjetas black, opacas al fisco, este miércoles el Tribunal Supremo confirmó la sentencia. De este modo, para el ministro estrella de Aznar y exresponsable máximo del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha comenzado la cuenta atrás para entrar en prisión.

Una vez que la Audiencia Nacional emita la ejecutoria del fallo, Rato tendrá un plazo máximo de diez días para ingresar en la cárcel que elija. De no hacerlo, se emitiría una orden de búsqueda.

Y es que contra la decisión del Supremo, que da firmeza a la sentencia condenatoria de la Audiencia Nacional, únicamente cabe recurrir en amparo al Constitucional, alegando vulneración de derechos fundamentales. El exbanquero declaró en la tarde de este miércoles que aún no ha decidido si lo presentará. Pero incluso aunque lo hiciera y el recurso fuera admitido a trámite (algo poco probable, según los expertos consultados), no suspendería la entrada en prisión, inevitable al tratarse de una condena superior a dos años y por un único delito: el de apropiación indebida.

A todo trapo

Alcohol, bolsos, fiestas, viajes o dinero en efectivo -1.000 euros retirados de un cajero apenas dos días antes de que Bankia fuera rescatada- son algunos de los gastos con los que el expolítico reconvertido en banquero quemó su tarjeta opaca, en la que cargó un total de 44.217,47 euros. Pero él no fue el único. Los gustos caros de los 65 exdirectivos y consejeros condenados por la Audiencia Nacional, y la ligereza con la que tiraban del plástico de la entidad financiera para abonarlos, provocaron -al trascender- un escándalo social sin precedentes.

Con casi 437.000 euros, Miguel Blesa, predecesor de Rato en la presidencia de Caja Madrid entre el 2003 y el 2010, fue el que mayor cuantía cargó en su black. También su condena (seis años de cárcel) fue la más elevada, aunque su suicidio, en julio del 2017, zanjó el proceso penal, pero no así la responsabilidad civil, confirmada en noviembre.

En la sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Miguel Colmenero, el Supremo ratifica las penas de prisión y las multas impuestas al grueso de los 64 condenados, desestimando los recursos de casación presentados por 60 de ellos. Junto con Rato, otros 14 también se enfrentan a la cárcel, al ser sus penas superiores a los dos años (el desglose se puede consultar en el gráfico que acompaña la información), como el exvicepresidente José Antonio Moral Santín o los exconsejeros Estanislao Rodríguez Ponga, Francisco Barquero o Antonio Romero.

Barcoj, de suerte

Suerte muy diferente ha corrido el ex director general y mano derecha de Blesa Ildefonso Sánchez Barcoj, cuya condena se ha reducido a menos de la mitad: de dos años y medio a un año menos un día de prisión, ya que el alto tribunal le atribuye un único delito de apropiación indebida en lugar de los dos (uno como cooperador necesario y otro como cómplice) por los que lo condenó la Audiencia. Además, el Supremo también le aplica la atenuante muy cualificada de reparación del daño, ya que, a diferencia de la Audiencia, considera que no se puede hacer distinción en la aplicación de dicha atenuante (simple o muy cualificado) en función de a quién se le devolvió el dinero fraudulentamente dispuesto: directamente al perjudicado (Bankia o el FROB) o depositándolo en el juzgado para cubrir el daño causado.

La aplicación de esta atenuante ha rebajado también la pena, además de a Sánchez Barcoj -devolvió el dinero antes del juicio-, a otros condenados, entre ellos los tres gallegos que fueron consejeros de la entidad financiera: Francisco José Moure, que pasa de tres años y dos meses de cárcel a solo diez meses, evitando así la prisión; y Alejandro Couceiro y Jesús Pedroche, con ocho y diez meses, respectivamente.

A Rato, por su parte, se le enfanga más el horizonte judicial, ya que al ingreso en prisión se suman el inminente inicio del juicio sobre la salida a bolsa de Bankia y la causa sobre el origen presuntamente ilícito de su fortuna.