Batacazo independentista en Quebec

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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El líder de Coalition Avenir du Québec, Francois Legault, saludando a sus seguidores tras ganar las elecciones
El líder de Coalition Avenir du Québec, Francois Legault, saludando a sus seguidores tras ganar las elecciones CHRIS WATTIE

El centroderecha arrasa a los aliados de Trudeau, y el Partido Quebequés, que llegó a forzar dos referendos secesionistas, no tendrá grupo parlamentario y es cuarta fuerza

03 oct 2018 . Actualizado a las 08:03 h.

Quebec se despertó este martes con una situación que no se había producido en la provincia canadiense en 48 años: la victoria en las elecciones provinciales de un partido que no es ni federalista ni separatista y que rompe con el bipartidismo.

Los comicios han dado el triunfo al partido de centro-derecha Coalition Avenir du Québec (CAQ), creado en el 2011 por el empresario y antiguo ministro, Francois Legault, que militó en el pasado en el federalista Partido Liberal de Quebec (PQL).

De esta forma, la votación ha roto con el bipartidismo con el que han crecido varias generaciones de quebequenses desde 1970, ya que desde entonces la provincia ha estado siempre gobernada o bien por e PQL o por el independentista Partido Quebequés (PQ).

Los liberales del PQL, que han estado al frente de Quebec de forma casi ininterrumpida desde hace 15 años, sufrieron una fuerte derrota al obtener solo el 24,8 % de los votos y 32 de los 125 escaños del Parlamento provincial. Su derrota es también la del primer ministro Justin Trudeau, del que son leales aliados y que recibe así un duro castigo.

Pero el gran perdedor fue el PQ, el partido que en 1980 y 1995, cuando estaba en el poder, convocó los dos referendos independentistas de la provincia.

El PQ ha quedado reducido a 10 diputados con el 17,25 % de los sufragios, ha perdido su grupo parlamentario y su líder, Jean-François Lisée, ni siquiera ha conseguido mantener su escaño. No tendrán tampoco grupo parlamentario al no alcanzar la barrera de las doce actas. Liseé dimitió anoche como líder del PQ tras confirmarse la debacle de la formación política. Además, esta formación perdió la primacía entre los independentistas ante el empuje de una formación de izquierdas que sumó un punto más de apoyos.  

Choques con Otawa

Aunque pueda parecer que la victoria de CAQ y, sobre todo, el desplome del PQ abren la puerta a un período de menos tensión entre Quebec y el resto de Canadá, muchos temen que en realidad signifique todo lo contrario.

Legault ha conseguido su histórica victoria con un programa electoral basado en una buena dosis de populismo, gracias a su controvertida propuesta de limitar el número de inmigrantes que llegan a la provincia e imponer un test a los recién llegados para determinar si han adoptado los «valores» quebequenses.

Legault también prohibirá a los empleados públicos, como los profesores, en tela de juicio por su posible anticonstitucionalidad, y privatizará la sanidad. La minoría anglófona teme además un conflicto lingüístico.

Aunque Legault expresó públicamente en el 2016 que CAQ nunca convocará un plebiscito independentista, su trayectoria hace que algunos le califiquen como un «camaleón político» dispuesto a cambiar de colores con pasmosa facilidad.