El pacto, aún sin firmar, se cerró 90 minutos antes del fin del plazo dado por la Casa Blanca y presenta numerosas lagunas
02 oct 2018 . Actualizado a las 07:45 h.Después de un año de negociaciones frenéticas entre la Administración Trump y el Gobierno de Justin Trudeau, Canadá se unió al pacto que Estados Unidos y México habían alcanzado en materia comercial y que sustituirá al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), de 25 años de antigüedad. Los negociadores estadounidenses y canadienses llegaron a un acuerdo el domingo por la noche, 90 minutos antes de que venciese la fecha límite fijada por Donald Trump para que Canadá se adhiriese al pacto ya alcanzado con México.
El texto definitivo llegará al Congreso de EE.UU. a tiempo para ser aprobado en el plazo que la Casa Blanca se había fijado, antes del 1 de diciembre. El acuerdo representa una victoria para el republicano quien en diversas ocasiones ridiculizó el TLCAN e incluso amenazó con sacar a EE.UU. Se espera que la firma formal, por tanto, se lleve a cabo en 60 días. En el nuevo acuerdo llamado Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés), Canadá cedió en el sistema de cuotas lácteas, que abrirá el mercado a los productores estadounidenses, a cambio de que Washington permita a Otawa mantener intacto el sistema de arbitraje, tal y como aseguraron desde el Ejecutivo de Trudeau. Sin embargo, este lunes el presidente de EE.UU. quiso dejar claro que todavía hay puntos que deben ser concretados. Es el caso de los aranceles al acero y al aluminio que siguen en vigor a la espera de encontrar una alternativa. «No vamos a eliminarlos», dijo Trump tras justificar que dichas tasas son «fundamentales para proteger la industria siderúrgica estadounidense». Eso sí, el presidente de EE.UU. se mostró abierto a explorar un sistema de cuotas. Hasta el momento, el ejecutivo estadounidense ha aplicado a sus socios comerciales, aranceles del 25 % a las importaciones de acero y 15 % a las de aluminio.
Las negociaciones fueron cerradas primero entre EE.UU. y México tras llegar a un acuerdo a finales del pasado mes de agosto. Este acuerdo bilateral preliminar causó diversas tensiones por las que Trump aseguró no necesitar a Canadá para sacar el pacto adelante. «No ha sido fácil», reconoció este lunes Trudeau. Su homólogo mexicano celebró el pacto que definió como «ganar-ganar-ganar».
Sector automotriz
Además y por primera vez, el acuerdo requiere que un porcentaje de cualquier vehículo que califique para cero aranceles sea manufacturado en una fábrica donde el salario promedio de producción sea de al menos 16 dólares la hora. El texto aumenta del 62,5 % al 75 % el porcentaje de los componentes de automóviles que tienen que ser producidos en Norteamérica para evitar que los coches sean penalizados con aranceles. Este punto fue aplaudido por empresas del sector automotriz como Ford, que aseguró sentirse «muy esperanzada» por el acuerdo. «Estamos listos para ser un socio cooperador que asegure que este pacto es ratificado en los tres mercados, porque apoyará al sector del automóvil integrado y globalmente competitivo en Norteamérica», afirmó la empresa.
Quebec apunta a un Parlamento más de derechas y aparca el independentismo
La provincia canadiense de Quebec votó este lunes para elegir a los 125 diputados del Parlamento provincial, en unas elecciones marcadas por el anuncio pocas horas antes de la apertura de las urnas de la firma de un nuevo acuerdo comercial entre Canadá y Estados Unidos con importantes consecuencias en este estado canadiense, especialmente para su potente sector primario.
Algo más de 6 millones de electores están llamados a acudir a las urnas para renovar a sus representantes políticos. Las últimas encuestas indican que el partido de centroderecha Coalition Avenir du Québec (CAQ) ganará por primera vez en su historia los comicios provinciales con posibilidades de obtener la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, el Parlamento provincial. Este escenario supone un importante vuelco a la actual situación política y un severo toque de atención para Justin Trudeau y sus aliados.
De acuerdo con esos mismos sondeos, un 32 % de los quebequenses votará por CAQ, mientras que el gobernante Partido Liberal de Quebec (PLQ), del actual primer ministro provincial, Philippe Couillard, tiene el apoyo del 30 % de los votantes.
Pérdida de protagonismo
Por detrás se sitúan los independentistas Partido Quebequés (PQ), con el 19 % de apoyo, y el socialista Quebec Solidaire (QS), con el 17 %. La caída del PQ demuestra la pérdida de protagonismo de las aventuras secesionistas que marcaron la política regional a comienzos de siglo. Muchos analistas destacaron que en la campaña electoral ni siquiera se puso sobre la mesa la posibilidad de celebrar un nuevo referendo de independencia ante la evidente falta de apoyo de los partidos que defienden la ruptura con el resto de Canadá.
A los independentistas les quedaba este lunes un último cartucho al que aferrarse para intentar frenar su debacle en las urnas. Algunos expertos señalaban que los datos de las encuestas podrían cambiar de forma sustancial tras el acuerdo comercial alcanzado entre Canadá y Estados Unidos. Según los detalles conocidos hasta el momento, Canadá habría aceptado abrir su mercado a los productos lácteos de EE.UU., lo que fue criticado con dureza por los dos partidos independentistas.
El sector lácteo es muy importante para Quebec, especialmente en las áreas rurales de la provincia, donde los independentistas cuentan con mayor respaldo y donde confían en frenar el giro a la derecha que se vislumbra en el Parlamento regional.
Quebec comparte frontera con cuatro estados de EE.UU. -Nueva York, Nuevo Hampshire, Vermont y Maine- y son muchos los que temen que la nueva alianza comercial entre los dos países y México perjudique los interés del sector primario, lo que alimenta el sentimiento independentista de algunos lugares de la provincia canadiense.