Es la condición puesta por varios republicanos para votarlo
30 sep 2018 . Actualizado a las 09:18 h.El FBI vuelve a estar en el centro de la controversia política después de que el presidente de EE.UU. le haya ordenado que investigue las acusaciones de abuso sexual contra su nominado al Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh. Donald Trump se vio obligado a formular la orden después de que el viernes varios senadores republicanos condicionasen su apoyo al juez a la realización de las pesquisas, antes de la votación final en el Senado.
El FBI tiene solo una semana para indagar en el pasado del magistrado a pesar de que varios senadores han mostrado sus reticencias asegurando que «no deben ponerse límites de tiempo para esta investigación». Sin embargo, tanto los republicanos como la Casa Blanca son conscientes de que las elecciones legislativas de noviembre están a la vuelta de la esquina y necesitan confirmar a Kavanaugh antes. Según Trump y su candidato, las denuncias de agresión sexual son parte de una estrategia demócrata para retrasar la confirmación del juez.
The Washington Post cree que las indagaciones consistirán en una revisión adicional de la vida del magistrado. Teniendo en cuenta que las denuncias corresponden a sus años de adolescencia y no constituyen un crimen federal, las pesquisas no serán sencillas porque las supuestas víctimas reconocen que hay muchos detalles que no recuerdan. En el caso de Christine Blesey Ford, por ejemplo, el supuesto intento de violación por parte de Kavanaugh y su amigo Mark Judge, tuvo lugar en 1982.
Además y al no tratarse de una investigación criminal no habrá un gran jurado decidiendo, ni tampoco un tribunal citando a testigos. Es decir, que estos simplemente pueden negarse a declarar. Los agentes solo podrían poner en marcha una investigación criminal si se demuestra que Kavanaugh mintió a los senadores o a cualquier otra autoridad federal en sus distintas audiencias.
Informe a la Casa Blanca
Al final de las pesquisas, el FBI enviará un informe a la Casa Blanca en el que en ningún caso dará conclusiones de sus hallazgos, sino que se limitará a exponer los testimonios recabados. La documentación será después enviada al Congreso y serán los legisladores los que decidan si mantienen o no a Kavanaugh como candidato al Supremo, para someterlo a la votación final.
Entre los desafíos significativos que presenta el caso se incluyen relatos de otras mujeres además del presentado por Ford el pasado jueves, que han provocado posicionamientos atípicos por parte de algunas entidades. Fue el caso de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés), que a pesar de que entre sus políticas está la de no pronunciarse por nominados presidenciales, ayer rechazó públicamente a Kavanaugh. «No podemos quedarnos en silencio ante estas circunstancias extraordinarias en una designación de por vida para la corte más elevada del país», hizo saber a través de un comunicado.