Roma enviará a Bruselas un objetivo de déficit superior al previsto para que puedan cumplir sus promesas electorales
28 sep 2018 . Actualizado a las 07:45 h.Al final no le quedó otro remedio que tirar la toalla. El titular del Ministerio de Economía y Finanzas, el independiente moderado Giovanni Tria, se vio arrollado por la presión insistente de los socios de la coalición que gobierna Italia e incluirá en el documento con las líneas principales de los presupuestos para 2019 que tiene que entregar a la UE el próximo octubre un déficit del 2,4 %, ocho décimas más de las que entraban en sus planes. Tanto el Movimiento 5 Estrellas (M5E) como la Liga forzaron la máquina. Pretendían que los presupuestos incluyeran a toda costa partidas para las promesas de sus programas electorales: el denominado «salario de ciudadanía» y el impuesto único. La determinación con que se emplearon supondrá superar el umbral entre el déficit público y el PIB al que el país se había comprometido con Bruselas.
Ante los rumores que apuntaban a lo largo del día a la dimisión de Tria en desacuerdo con las pretensiones de sus colegas, el vicepresidente y líder de M5E, Luigi Di Maio, aclaró ayer que no pedían la cabeza del ministro sino tan solo que accediese a una ley de presupuestos «ambiciosa» para cubrir los gastos del «salario de ciudadanía», que supondrá conceder unos 780 euros mensuales a las franjas más pobres y a los jóvenes desocupados, tal y como prometió su partido durante la campaña electoral. El empeño del ministro de que el déficit no superase el 1,6 % del PIB, hizo fortísimas las presiones en su contra y obligó a convocar una cumbre de emergencia que contó con la participación del primer ministro, Giusseppe Conte.
«Queremos hacer unos presupuestos para el pueblo y no que favorezcan a los potentes. Hay que luchar contra aquellos que han vivido a costa de los italianos durante años», explicó un Di Maio preocupado porque su partido ha bajado en los sondeos a favor de la Liga del ultraderechista Matteo Salvini, que estos meses ha escalado con fuerza en valoración gracias a la seguridad y la inmigración.
Otro ministro
Tampoco Salvini, el otro vicepresidente, ahorró críticas al ministro de Economía ya que para él es justo superar el umbral del 2 %: «El derecho a la vida y a la felicidad de millones de italianos vale algún numerito», declaró mientras el jefe de su partido en la Cámara de Diputados, Riccardo Molinari, llegaba a decir en televisión que «si Tria no está en el proyecto, encontraremos otro ministro de Economía». La reforma que promueve la Liga es el impuesto único, una tarifa plana con dos tipos de imposición: el 15 % y el 20 %, que se irían aplicando paulatinamente a lo largo de varios años.
El acuerdo es una mala noticia para la Comisión Europea que presionaba para que Italia mantuviese bajo su déficit estructural y que, sobre todo, acometiese medidas para empezar a reducir la enorme deuda pública que ya asciende al 131 % del PIB, la segunda más alta de la Eurozona después de la de Grecia, una magnitud que los expertos consideran uno de los mayores talones de Aquiles para la estabilidad del euro.
¿Cómo encajará Tria lo ocurrido? Su dimisión se vería en Europa como un gran problema ya que el profesor está considerado un moderado capaz de tranquilizar a los mercados. Desde la llegada al poder de la coalición M5E y Liga, estos últimos se han mostrado muy nerviosos con constantes aumentos del diferencial entre Italia y Alemania que ayer volvió a situarse en 239 punto básicos.