El presidente del Gobierno apela a la «empatía» para restablecer la convivencia en Cataluña tras las palabras de la vicepresidenta sobre la situación de los políticos presos
23 sep 2018 . Actualizado a las 23:14 h.El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha rechazado hoy opinar sobre la posibilidad de indultar a los dirigentes independentistas que están en prisión porque considera que es una mera «hipótesis», pero ha apelado a la «empatía» para restablecer la convivencia en Cataluña.
«El Gobierno no se pronuncia sobre hipótesis; el Gobierno se pronuncia sobre realidades», ha recalcado en la conferencia de prensa que ha ofrecido junto al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, en Montreal, y antes de resaltar que el carril de la Justicia tiene su recorrido, mientras que su responsabilidad es responder a esta crisis desde la política. Aprovechando su visita a Canadá, lanzó un mensaje a Cataluña señalando que Quebec «es un ejemplo de que desde la política se pueden encontrar soluciones a una crisis secesionista».
Sánchez ha hecho estas consideraciones al ser preguntado por las declaraciones de su vicepresidenta, Carmen Calvo, y de la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, sobre la situación en prisión de los dirigentes independentistas. Calvo ha manifestado que «no sería lógico alargar la prisión preventiva» a los líderes independentistas si su juicio se retrasa mucho, mientras que Cunillera, en unas declaraciones matizadas posteriormente, se ha mostrado partidaria de concederles el indulto si es que lo piden.
En relación con un posible indulto, Sánchez ha señalado que la reflexión de Cunillera y que él comparte es que en la política española y sobre todo cuando se habla de Cataluña falta «empatía»; porque ha habido durante demasiados años, a su juicio, un lenguaje grueso, de confrontación y de división. En ese contexto ha insistido en que la prioridad de su Gobierno para Cataluña es restablecer la convivencia, «tender puentes» y que se pueda empezar a hablar y dialogar entre catalanes.
Sánchez ha recordado también su crítica desde hace años a que para resolver el problema catalán se dejara la política a un lado y se centrara todo en la respuesta judicial. «Lo que propone este Gobierno es que dejemos a un lado la vía judicial y empecemos a hablar de política. Desde la ley, diálogo», ha recalcado.
Para él es importante que la Generalitat haya iniciado el diálogo en las comisiones bilaterales que llevaban hace siete años sin reunirse y que esta semana haya reconocido que se va a incorporar a las comisiones multilaterales con el resto de comunidades autónomas.
«El Gobierno tiene una hoja de ruta clara que si tiene un objetivo es resolver desde la política un conflicto político, y que lo vamos a hacer desde la ley y el diálogo», ha insistido. En ese contexto, ha reiterado que «el carril de la Justicia tiene su recorrido y la responsabilidad del Gobierno es responder desde la política a una crisis política».
El jefe del Ejecutivo ha admitido que este problema no se va a resolver a corto plazo pero ha destacado la necesidad de afrontarlo con «paciencia, tesón, determinación y sentido de Estado». Además, ha expresado su deseo de que la oposición sintiera también el peso de esa responsabilidad y apoyara al Gobierno en esta tarea.