El Gobierno alemán releva al jefe del espionaje por dudar de las persecuciones de los neonazis a extranjeros

La Voz BERLÍN

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Merkel, en una foto de archivo junto al relevado Maassen
Merkel, en una foto de archivo junto al relevado Maassen Wolfgang Rattay

Sus declaraciones habían provocado una crisis en el seno del Ejecutivo

18 sep 2018 . Actualizado a las 20:44 h.

La gran coalición de Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, acordó hoy relevar al polémico jefe del espionaje interior, Hans-Georg Maassen, a raíz de las polémicas declaraciones en las que ponía en duda un vídeo de persecuciones de neonazis a extranjeros. Maassen pasará ahora a ocupar una secretaría de Estado en el Ministerio de Interior, según la decisión de compromiso alcanzada en una reunión en Berlín entre Merkel, presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el presidente de la Unión Socialcristiana (CSU) bávara y ministro de Interior, Horst Seehofer, y la líder del Partido Socialdemócrata (SPD), Andrea Nahles.

La decisión trata de poner punto final a la crisis suscitada en el seno del Gobierno alemán por las declaraciones de Maassen en torno a los incidentes de Chemnitz del 26 de agosto, en los que la muerte de un hombre acuchillado -presuntamente a manos de dos refugiados- desembocó en escenas de «cacerías de extranjeros». La semana pasada, los socialdemócratas exigieron su cese por haber puesto en duda, en declaraciones en el senacionalista diario Bild, la veracidad de algunas de esas imágenes y atribuirlas a campañas de desinformación. Con ello se reavivaron las críticas a Maassen, a quien ya en el pasado se le había atribuido cierta «cercanía» con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), la actual primera fuerza de la oposición parlamentaria.

Los líderes de la gran coalición, Merkel, Seehofer y Nahles, celebraron ya el jueves de la semana pasada una reunión de urgencia para abordar el caso, pero el encuentro terminó sin acuerdo y la decisión se aplazó al martes.

El lunes, en medios alemanes se difundió que Merkel ya había adoptado la decisión de cesar a Maassen, pero hoy, previo al inicio de la reunión, empezaron a circular rumores de un traslado a un cargo en Interior, lo que salvaría la cara a Seehofer, quien ha expresado su respaldo al controvertido jefe del espionaje.

A las escenas de las «cacerías de extranjeros», convocadas por las redes sociales entre los neonazis, siguieron condenas a toda incitación a la violencia por parte de Merkel, así como sucesivas manifestaciones masivas convocadas por la AfD y el movimiento islamófobo Pegida en contra de la canciller.

Maassen acabó relativizando sus controvertidas declaraciones ante dos comisiones parlamentarias, pero las exigencias de dimisión desde las filas socialdemócrata persistieron.

A esta situación se sumaron nuevas informaciones de la televisión alemana ARD, según las cuales el jefe de los servicios secretos del Interior puso a disposición de AfD, cinco semanas antes de su publicación, partes del informe de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución de 2017.

Las circunstancias en que murió el ciudadano alemán, de 35 años, de origen cubano y nacido en Chemnitz, siguen sin haberse esclarecido y hoy fue puesto en libertad uno de los dos sospechosos detenidos entonces, un iraquí, mientras prosigue la investigación