El trabajo, sobre cuya autoría se han sembrado dudas, solo puede consultarse en biblioteca y no se puede fotografiar
13 sep 2018 . Actualizado a las 13:51 h.La biblioteca de la Universidad Camilo José Cela de Madrid se convirtió ayer en una especie de romería de periodistas y otros curiosos que acudieron a consultar el que se ha convertido en uno de los objetos más codiciados de la política española: la tesis doctoral del presidente Pedro Sánchez. «No hay una tesis más leída ni manoseada. La tenemos a mano. Ya ni la guardamos», confirma una trabajadora de este centro a La Voz de Galicia. Asombrada por las colas que se están organizando e incapaces de atender a tanta demanda, han decidido ampliar unas horas el horario de la biblioteca. Presentarse en el campus de Villanueva de la Cañada, a unos 30 kilómetros del centro de Madrid, es la única forma de consultar el trabajo con el que Sánchez logró su doctorado. No existe una versión digitalizada. No puede ni fotocopiarse ni fotografiarse.
¿Sobre qué trata la tesis de Pedro Sánchez?
Innovaciones de la diplomacia económica española. Análisis del sector público (2000-2012). Este es el largo título de un trabajo que fue dirigido por la profesora María Isabel Cepeda González y en el que, según su resumen, se abordan «las innovaciones que en el terreno de la diplomacia económica han liderado los diferentes niveles del sector público». Consta de 324 páginas, fue leída por Pedro Sánchez el 26 de noviembre del 2012 y el tribunal que la examinó la calificó con la nota más alta posible: apto cum laude.
¿Cuáles son las dudas que menciona Rivera sobre la tesis de Pedro Sánchez?
Lo cierto es que el runrún sobre ciertas dudas en su autoría se arrastran desde hace años, aunque no fue hasta ayer, al sacar Rivera el tema durante la sesión de control al Gobierno, cuando se disparó toda la polémica. Según publicó en su día el digital Vozpópuli, Miguel Sebastián, ministro durante el Gobierno de Zapatero, pudo haber admitido en un foro privado que su departamento «hizo el 90 % del libro-tesis de Pedro Sánchez». Posteriormente lo desmentiría. Cuando la media estimada para la realización de este tipo de trabajos es de seis años, el presidente del Gobierno tan solo le habría dedicado a su realización menos de tres, gran parte de ellos compaginándolo con sus labores de diputado.
¿Puede consultarse? ¿En qué condiciones?
La única posibilidad de consulta es presentarse en la biblioteca de la Universidad Camilo José Cela, rellenar un pequeño formulario con datos personales y, en esta época, esperar a que llegue el turno. No hay límite de tiempo, aunque dada la demanda actual, la dirección del centro se está planteando su regulación. Uno de los aspectos que más llama la atención de los curiosos es que está totalmente prohibido fotografiar sus páginas. Tampoco está permitido realizarle una fotocopia. «Se trata de una cuestión de propiedad intelectual», afirma una de las trabajadoras del centro universitario.
¿Es accesible por Internet, como sugirió Sánchez?
No. «Está publicada conforme a la legislación» y «está colgada» en la plataforma Teseo (base de datos de tesis doctorales), comentó ayer Pedro Sánchez en respuesta al interés del presidente de Ciudadanos para que la hiciera pública y despejar así las sospechas que planean en torno a su autoría. Lo cierto es que lo único a lo que se puede acceder a través de esta plataforma es a una ficha en la que solo figuran los aspectos técnicos de estos trabajos: título, autor, universidad, departamento, fecha de lectura, programa de doctorado, dirección, tribunal, descriptores, localización, marcador y un pequeño resumen de cinco líneas.
¿Es legal que no pueda consultarse en un formato digital?
Sí. Al menos en este caso concreto. Desde la universidad explican que existe mucha confusión alrededor de este punto, y que se debe a un cambio en la legislación. Coincidiendo con la implantación del Plan Bolonia, se publicó un real decreto en el 2011 que obliga a colgar en la web todas las tesis en formato digital. Indistintamente de que se realicen en un centro público o privado (como la Camilo José Cela). Pedro Sánchez la leyó a finales del año 2012, cuando el decreto ya había entrado en vigor, pero según aclaran desde el centro académico la fecha que cuenta es la de inicio. De este modo, según la legislación, no está obligado a colgarla en Internet. Antes de este cambio en la legislación, los doctorandos solo estaban obligados a colgar esta ficha técnica en la plataforma, y quedaba a la voluntad de él facilitar su acceso a través de la Red. La mayoría no lo hacen. Según algunos, precisamente para evitar casos como el de la exministra Montón, que fusiló párrafos enteros para su trabajo de fin de máster. No obstante, hay muchos que sí lo hacen, como el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
¿Por qué Sánchez se niega a colgarla en la Red?
Es la gran pregunta. Especialmente cuando fue calificada con una nota tan excepcional como un cum laude. El Gobierno vetó recientemente una proposición no de ley de Ciudadanos con la que se pretende obligar a colgar en Internet estos trabajos alegando que supondría una desviación de los Presupuestos.
El Gobierno plantea una queja contra Ana Pastor por arbitrar mal el debate de ayer
f. b.
El tenso debate vivido ayer en la sesión de control del Gobierno en el Congreso provocó un enfado monumental en el Ejecutivo, que vio cómo Pedro Sánchez se enfrentó a una pregunta no registrada previamente por Albert Rivera con la que ponía en tela de juicio la existencia de su tesis doctoral.
A través de su vicepresidenta y ministra de Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo, el Gobierno registró una queja formal contra la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, mostrando su descontento por la manera en la que arbitró el debate parlamentario. La acusan de haber incumplido el reglamento al permitir que Rivera cambiara sobre la marcha su pregunta, ya que en el orden del día constaba una sobre Cataluña.
Con mala intención
A la conclusión del turno de palabra del presidente de Ciudadanos, Pastor le recordó a Sánchez que tenía derecho a responder a la pregunta que había registrada, y no a la que le acababan de formular, pero desde el Grupo Parlamentario Socialista sostienen que no lo hizo de forma suficientemente clara, confundiendo al jefe del Ejecutivo, que respondió como pudo al traicionero ataque de Albert Rivera, y que además lo hizo citando un artículo del reglamento de la Cámara erróneo.
En el PSOE también consideran que Pastor debía haber evitado que Rivera concluyera la pregunta y lamentan un injusto reparto de los tiempos de las intervenciones, perjudicando a Sánchez, al que se le cortó el micrófono durante su intervención, sugiriendo que intencionadamente quiso poner en un brete al presidente.