La ministra Ribera pactará medidas con administraciones locales y agentes económicos de las zonas afectadas
11 sep 2018 . Actualizado a las 19:37 h.La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho hoy que en la estrategia de transición energética justa del Gobierno habrá un plan de acción urgente dedicado a las comarcas mineras y a las de centrales nucleares en proceso de cierre. Ribera ha señalado también que se pondrán en marcha los contratos de transición, negociados y pactados con las administraciones locales y agentes económicos y sociales de las zonas afectadas, un modelo similar al ya aplicado en Francia, Alemania y Reino Unido.
Por otra parte, ha señalado que España no se puede conformar con los niveles de paro y la calidad del empleo que tiene, como ha recordado que ha dicho esta mañana la ministra de Economía, Nadia Calviño.
Por eso, ha indicado que se debe prestar atención a los sectores generadores de empleo como consecuencia de la transición energética, a fin de propiciar una industria y un nuevo modo de producir bienes y servicios.
«Tenemos muchísimo que ganar si apostamos por la transformación de la economía y una transición bien diseñada», ha añadido Ribera, quien ha señalado que los recursos que ahora se destinan a la importación de combustibles fósiles se podrían redirigir a crear empleo.
Además, ha recordado que, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por cada empleo que se pierda con la transición energética se crearán cuatro, si bien ha reconocido que no todos se producirán en los mismos lugares, por lo que hay que hacer una labor de anticipación.
Ha añadido que los impactos negativos que han sufrido en el empleo sectores como el carbón no se han debido únicamente a razones ambientales, sino a la competitividad del carbón de otros países, la retirada de ayudas de Estado y a la aparición de tecnologías energéticas más baratas.
Asimismo, ha destacado la importancia de acometer la transición energética, pues la «inacción» que ha habido hasta ahora ha hecho que no se hayan creado empleos relacionados con la eficiencia energética o el autoconsumo, que hubieran permitido salir más rápido de la crisis.
El presidente del Club de la Energía y de Viesgo, Miguel Antoñanzas, ha recordado que en la transición que hubo en los 90, cuando empezó el declive del carbón, se perdieron 40.000 puestos de trabajo y se crearon sólo 70.000, cifra muy alejada del potencial que tienen hoy las energías renovables.
Ha advertido que en esta nueva transición energética no se van a crear puestos de trabajo si no hay inversión, y para ello hace falta un marco regulatorio que favorezca la confianza de los inversores.
Según la consejera delegada para España de Iberdrola, Ángeles Santamaría, en el mundo se crearán 24 millones de nuevos puestos de trabajo con la transición energética, pero no se podrá evitar que se destruyan seis millones, y ésto es algo que hay que acometer «con valentía».
Ha advertido que luchar contra el cambio climático es necesario para evitar que desaparezcan 1.200 millones de puestos de trabajo que se necesitan de un medio ambiente estable.
Además, ha dicho que el cambio de modelo energético aumentará la competitividad de la industria en España, pues las renovables dan más estabilidad a los precios y harán que no se dependa tanto de los combustibles fósiles.
Además, ha dicho que es urgente apostar por el cambio, pues si no se anticiparán otros países, de los que España acabará importando tecnología y conocimiento, en lugar de exportarlos.