La secretaria general del Partido Popular deja su puesto diez años después
20 jul 2018 . Actualizado a las 18:52 h.La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha aprovechado este viernes su último discurso en el cargo para dejar claro que deja el puesto «sin cuentas pendientes» y ha llamado a cerrar el cónclave del que saldrá el sucesor de Mariano Rajoy «con unidad, grandeza, integración y generosidad».
En su intervención, durante la que se le ha quebrado la voz en un par de ocasiones, la hasta ahora 'número dos' del PP, que no logró pasar a la segunda ronda de las primarias, ha defendido la gestión de Mariano Rajoy, al que ha dedicado elogios, y también ha pedido a Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado que construyan un «relato de ilusión, decencia y modernidad que sea atractivo para la sociedad española».
En un discurso en el que se ha mantenido neutral, pese a no haber ocultado su apoyo a Casado durante los últimos días, Cospedal ha pedido afrontar el cónclave «sin angustias ni miedos» y que tras la votación de este sábado se trabaje con «integración y solidaridad» para que todos puedan «salir unidos y fortalecidos», con el afán de volver al Gobierno.
El aspirante a la Presidencia del partido, Pablo Casado, se ha levantado a aplaudir a Cospedal mientras salía al estrado, mientras que su contrincante, Soraya Sáenz de Santamaría, ha tardado un poco más en ponerse en pie, eso sí, aplaudiendo.
Cospedal ha arrancado su intervención citándose a sí misma y releyendo parte del discurso que pronunció hace «diez años y un mes» cuando fue elegida secretaria general en el Congreso que el PP celebró en Valencia y que presidió la exalcaldesa de esa ciudad, la fallecida Rita Barberá, a la que ha mencionado para recordarla.
«Somos el mejor partido de España porque tenemos los mejores afiliados y simpatizantes, somos un partido fuerte y estamos demostrando que queremos tener un partido unido y abierto a la sociedad y unos dirigentes que defienden principios y valores que se traducen en trabajar por y para el bien de los españoles», ha dicho Cospedal, incidiendo en que hoy podría repetir esas palabras «tal cual».
A Cospedal se le ha quebrado la voz al confesar que cierra esta década «con el convencimiento y la conciencia» de haber vivido uno de los «mayores honores» de su vida «personal y profesional» y de haber dado «todo lo que tenía dentro» por el PP, sin el que no puede «entender» su vida.
La también expresidenta de Castilla-La Mancha se ha mostrado «absolutamente segura y completamente convencida» de que quien se encargue de tomar las riendas del partido seguirá «manteniendo la llama viva» del partido y ha proclamado que entrega el testigo de la Secretaría General «con la conciencia tranquila, sin cuentas pendientes» y con su «lealtad intacta» al partido, sus afiliados y su presidente, Mariano Rajoy.
«Infamias injustas»
«Pido perdón a todos los que haya podido ofender o herir, siempre hice lo que consideré que era más justo y he procurado no dejarme llevar nunca ni por inclinaciones ni amistades personales haciendo lo mejor para todos. No albergo absolutamente ninguna frustración y por eso os quiero dar las gracias a todos. Dejo la Secretaría General con el sentido del deber cumplido y con el orgullo de pertenecer a un partido que quiere a España», ha sentenciado.
En otro momento de su intervención, la exministra de Defensa ha querido agradecer a su marido Ignacio López del Hierro y a su hijo que siempre tuvieran «una buena cara ante ausencias tan numerosas y a veces ante infamias tan injustas».