La exfiscal Luisa Ortega asegura que Maduro y sus afines ocultaron el deceso casi tres meses
18 jul 2018 . Actualizado a las 07:53 h.La ex fiscal general de Venezuela en el exilio, Luisa Ortega Díaz, indicó en una entrevista que el expresidente Hugo Chávez murió el 28 de diciembre de 2012, y no el 5 de marzo de 2013, la fecha oficial de su deceso.
Es la primera vez que un funcionario de alto rango de los Gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro afirma lo que era un secreto a voces durante casi seis años; de ser cierta, la diferencia de fechas tendría consecuencias enormes, toda vez que, en su supuesta última convalecencia en Cuba, Chávez firmó de manera electrónica los decretos que allanaron el camino para que Maduro se convirtiera en presidente de Venezuela, además de darle los plazos necesarios para que afianzara su poder y derrotara con un estrecho margen del 0,72 % (según la oposición, obtenido de forma fraudulenta) a Henrique Capriles en las elecciones realizadas el 14 de abril de 2013.
Según Ortega, Diosdado Cabello, número dos del chavismo, la llamó el día de los Inocentes del 2012 para decirle que Chávez había muerto, mientras ella se encontraba fuera de Venezuela pasando la Navidad y que, por tanto, debía regresar. Horas después la llamó para decirle que no, que el mandatario seguía vivo en La Habana.
Acta nunca vista
El acta de defunción de Chávez nunca fue hecha pública. La entrevista causó un revuelo inmediato, a lo que contribuyó el hecho de que el Gobierno bloqueara la página web puntodecorte.com, donde se publicó la entrevista. La periodista que hizo la noticia, Sebastiana Barráez, la colocó en su propio portal, y otros sitios le dieron amplia difusión, lo que hizo que la censura se convirtiera en un bumerán para el Gobierno de Maduro.
«Es obvio que cuando callas una información, esa se vuelve más relevante, y más cuando ya, por el propio tema, tiene interés público, que se redobla cuando hay censura», señaló Carlos Correa, de la oenegé Espacio Público, que defiende la libertad de expresión. «Por su propia naturaleza, en Internet es muy difícil cortar una información de cuajo, hay una cantidad de vasos comunicantes».
El gobierno de Nicolás Maduro no respondió a las declaraciones de Ortega Díaz. La hija de Chávez, María Gabriela (embajadora suplente de Venezuela ante la ONU en Nueva York, sin que se le conozcan estudios de tercer nivel), propinó una sarta de insultos a Ortega, para terminar llamándole mentirosa en sus redes sociales.
Perkins Rocha, abogado constitucionalista, indicó que la denuncia de Ortega ratifica que los decretos firmados por Chávez durante su supuesta última convalecencia en La Habana eran ilegales, como él mismo introdujo en un documento en marzo del 2013 ante el Tribunal Supremo de Justicia, cuyos integrantes habrían incurrido en una nueva ilegalidad.
El presidente del Tribunal Supremo, Maikel Moreno, tiene sanciones de 43 países, incluyendo los de la Unión Europea; castigos que varios de los magistrados del máximo tribunal comparten por acusaciones que van desde corrupción hasta menoscabar los derechos humanos.