El equipo de Casado se desmarca de un montaje que ridiculiza a políticos populares que apoyan a Sáenz de Santamaría
14 jul 2018 . Actualizado a las 00:52 h.Si alguien pensaba que la sucesión de Mariano Rajoy en el PP iba a ser un duelo de guante blanco, puede abandonar ya toda esperanza. La tensión era ya grande entre los equipos de Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado, pero a una semana de que los populares elijan a su nuevo presidente un vídeo difundido en las redes sociales que ridiculiza la candidatura de la exvicepresidenta del Gobierno, vinculándola al pasado, dinamitó la campaña, que amenaza con recrudecerse en la recta final. Con la sintonía de la serie televisiva Cuéntame como pasó de fondo, y con el título Cuéntame cómo vas a renovarnos, el vídeo carga contra tres destacadas figuras del PP que apoyan a Sáenz de Santamaría: Javier Arenas, Celia Villalobos y Cristóbal Montoro. El equipo de Pablo Casado se desmarcó de la iniciativa, ampliamente difundida en las redes del PP.
Los cuatro intentos de Arenas
El vídeo se ceba especialmente con Arenas, al que se considera principal valedor de la ex número dos del Gobierno, y muestra que en el año 1979 era candidato de UCD, además de recordar sus cuatro intentos fallidos de alcanzar la presidencia de la Junta de Andalucía, sin olvidar la mítica imagen del dirigente popular leyendo el periódico mientras un limpiabotas le lustra los zapatos.
La segunda víctima del satírico vídeo es Celia Villalobos, de la que se destaca que ya en 1986 era diputada de AP. En el montaje se recuerdan algunos de sus mayores patinazos políticos, como cuando en el año 2000, siendo ministra de Sanidad, y en plena crisis de las vacas locas, desaconsejó «hacer caldo» con huesos de este rumiante, pese a que no existía ninguna recomendación o prohibición oficial en este sentido. Se la muestra también jugando en su tableta al Candy Crush en el escaño de la presidencia del Congreso y hasta gritando de manera soez a su chófer en el patio del Parlamento. Y se recuerda que rompió la disciplina de voto del partido para apoyar la ley del aborto.
¿Cómo vais a renovarnos?
Sobre el extitular de Hacienda Cristóbal Montoro, siempre muy vinculado a la exvicepresidenta, se recuerda que era ya diputado en el año 1993 y ministro en el 2000. Se presentan titulares de prensa en los que se anuncian sus aumentos de impuestos a los autónomos, otros que tachan de «feroz» su subida de tributos de 7.500 millones de euros y se señala que «se frota las manos» por el hecho de que la presión fiscal del 2018 vaya a ser la más alta desde el año 2007.
De ahí se pasa a un rótulo que indica «Con la colaboración especial de Soraya Sáenz de Santamaría» y a varias imágenes de ella con los tres personajes del vídeo. El montaje audiovisual finaliza con una intervención del propio Arenas en la que aseguraba que los líderes socialistas que «ya estaban hace 30 años no pueden conquistar el futuro». «¿Cómo vais a renovarnos?», es la pregunta final del vídeo.
Aunque el equipo de Sáenz de Santamaría rechazó presentar una queja formal, el presidente de la comisión organizadora del congreso del PP, Luis de Grandes, admitió, sin referirse expresamente al vídeo, que se está «elevando el tono» de la campaña y que si se eleva demasiado «a lo mejor se lanza algún tipo de advertencia». Y, aunque desde la candidatura de Pablo Casado negaron con rotundidad tener nada que ver con la autoría del vídeo, el director de la campaña de Sáenz de Santamaría, José Luis Ayllón, indicó que ese documento audiovisual evidencia el «nerviosismo de los perdedores».
Los compromisarios elegirán al sucesor en una votación con sobres y cabinas tras interpretar el discurso de Rajoy
Ni siquiera votó en las elecciones primarias y trabaja ya como registrador en Santa Pola. Pero nadie ignora que tiene en su mano decantar el resultado del congreso si apoya a uno de los dos candidatos. Y, por eso, el discurso que Mariano Rajoy pronunciará en la primera jornada del congreso será escrutado con lupa para tratar de adivinar, misión casi imposible, lo que quiera decir entre líneas, porque los 3.082 compromisarios ejercerán su voto al día siguiente.
Los populares quieren brindar un gran homenaje a su hasta ahora presidente y prácticamente toda la jornada del viernes 20 de julio estará dedicada a darle una cálida despedida. «Todos queremos un homenaje a Rajoy. No se marcha por la puerta de atrás, sino con grandeza y gran altura», señaló ayer el presidente de la comisión organizadora, Luis de Grandes, que presentó el programa del congreso y anunció que se instalarán cabinas y sobres para que los compromisarios que lo deseen puedan tener «privacidad absoluta» a la hora de ejercer su voto. Pero precisó que esta decisión se ha tomado por iniciativa del comité, y no por la petición «de parte» que hizo Pablo Casado.
El viernes, tras el informe de la comisión organizadora, la aprobación final del reglamento y el preceptivo informe del comité de derechos y garantías, la secretaria general y gran derrotada en las primarias, Dolores de Cospedal, presentará su informe de gestión, que será votado a mano alzada. Nadie espera por ello un desplante de sus rivales internos. Será a continuación cuando Mariano Rajoy pronuncie su último discurso como presidente del PP, que puede resultar clave. No se decantará por ningún aspirante, pero aquellos que dominan el difícil arte de entender lo que esconde detrás de sus trabalenguas sabrán a quién apoya el expresidente del Gobierno.
El sábado 21, las votaciones comenzarán a las 11 de la mañana. Se prevé que el escrutinio esté listo pasadas las 13 horas. Y el congreso se cerrará con la intervención de aquel que resulte elegido como nuevo líder del PP.
Lo que parece completamente descartado es que ambos aspirantes se integren en una candidatura, pese a que Sáenz de Santamaría lo intentará hasta el final. E igualmente nulas parecen las posibilidades de que haya un debate previo entre ambos, como ha solicitado reiteradamente Casado. «Hoy no existe consenso por parte de los candidatos para realizar ese debate», reconoció De Grandes, que añadió que el cara a cara podría producir «más daño que otra cosa».