El pequeño comercio habla: las rebajas han muerto

Natasha Martín REDACCIÓN

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Carteles de rebajas en comercios de Oviedo
Carteles de rebajas en comercios de Oviedo Tomás Mugueta

La desregulación de las campañas de descuentos frena las ventas en las tiendas locales pero mantiene a las grandes marcas

30 jun 2018 . Actualizado a las 14:12 h.

Llega el mes de julio y con él la ansiada época de rebajas. O eso sucedía hasta hace muy poco, ya que ahora, dada la desregulación de la temporada de descuentos, se ha perdido el efecto llamada y los clientes se mueven de otra manera. Como suele ser la norma, los grandes grupos comerciales llevan el timón. Entre las continuas rebajas a mitad de temporada y el adelanto de las mismas este verano por parte de muchas marcas, el comercio local ha tenido que reaccionar para no ahogarse en medio de ese gran océano de estrategias comerciales e individuales.

«Nosotras nos hemos adelantado casi una semana porque ya había otros comercios que habían empezado con las rebajas incluso mucho antes», cuenta Yolanda Vega, encargada de la tienda de ropa, calzado y complementos Píkara. Vega insiste en la necesidad de una ley regulatoria para la fecha de inicio de las rebajas, como sucedía antiguamente, «porque tal y como están las cosas ahora la gente se marea, ya no piensa en un día concreto y no hay ambiente de rebajas». A esta inestabilidad se le suma el auge de la venta online, que propicia el surgimiento de «una guerra de precios muy fuerte», asegura.

También empezó una semana antes de lo que solía ser habitual Aida Menéndez, de Aloha Tatá, motivada por las consecuencias del constante mal tiempo, que, según comenta, le ha fastidiado bastante las ventas. No obstante, se muestra optimista. Después de dos años al frente de la tienda física en Oviedo, Menéndez aboga por desmarcarse del típico cliente de las grandes superficies. «Tenemos públicos diferentes», comenta. «Nuestro consumidor compra bastante en temporada porque sabe que no lo va a encontrar en otro sitio». Por eso, desde el principio ha apostado por diseños propios, elaborados en España y de poca tirada. De este modo, «el consumidor sabe que si espera igual no lo encuentra», y así pone a funcionar el motor de las ventas de una manera constante. Aunque siempre con la mirada en los grandes comercios, «ya que son una amenaza clara», sostiene.

En la misma línea, Ignacio García, encargado de Maje, apuesta por mimar al cliente de una manera especial, «ofreciéndole una prerebaja exclusiva días antes de empezar la general». García se siente animado y considera que, aunque la temporada de invierno ha sido un poco mala en cuanto al volumen de ventas, de momento, «la gente está respondiendo muy bien a nuestras rebajas».

En el lado opuesto de la balanza, Magdalena Gago, de Candela y tú, ve en la muerte de las rebajas solo la punta del iceberg. Según argumenta, «parece que se quiere acabar con el pequeño comercio. La presión fiscal a la que nos someten es inaguantable». Tras 20 años de experiencia en el sector, tiene claro que esta es la peor época. «Desde Navidad ya se ha visto un gran bajón en el pequeño comercio y no nos hemos recuperado», sostiene. Sobrevivir no es tarea fácil cuando ha de hacer frente a «continuos pagos, a cambios de legislación, multas indiscriminadas si un día se te olvida poner un precio». La lista es larga y el horizonte no se ve despejado. «Al final acabamos por tomar medidas que no apetece, como despidos, cierres... No hay ningún tipo de ayuda por parte de la administración, solo zancadillas», sentencia. Pese a todo, no descuida ni un detalle de su local. «Al final es lo que podemos hacer para atraer a la gente. Nuestra tienda es muy romántica, muy bonita, parece un teatro y a los clientes les gusta».

Hay unanimidad en cuanto a cuál es la mejor manera de sobreponerse a los grandes grupos comerciales: pensar en el cliente. Si bien, sus esfuerzos no siempre se ven recompensados y, en muchas ocasiones, el candado acaba por echarse tras no poder alcanzar la meta de una carrera llena de obstáculos.