Alemania se embolsó casi 3.000 millones gracias al rescate griego

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

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El Eurogrupo, a punto de acordar el fin de los ocho años de ayuda al Estado heleno

22 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Ellos se van de vacaciones y nosotros pagamos sus rescates». Hace ocho años los titulares de este tipo invadían la prensa de Alemania, fuera sensacionalista o no. Después de que el Gobierno de la primera economía europea aprobara su mayor paquete de ajustes de la posguerra, buena parte de la población se oponía a echar un capote a sus vecinos del sur, mucho más golpeados por la crisis financiera. Es más, así nacieron nuevos movimientos populistas de derechas. Como la ultraderechista AfD, que entonces criticaba las ayudas europeas y hoy rechaza la llegada de refugiados.

Lo que pocos sabían hasta ayer es que Alemania es el país que más se ha beneficiado de los rescates a Grecia, al haber ingresado desde el 2010 un total de 2.900 millones de euros en concepto de intereses por los préstamos concedidos. Según se deriva de la respuesta del Gobierno de Angela Merkel a una pregunta formulada por el grupo parlamentario de Los Verdes, los beneficios son resultado del programa de compra de títulos de deuda griega por parte del Banco Central Europeo (BCE) y fueron a parar al Bundesbank, que a su vez los transfirió a las arcas federales.

Tras conocer esta cifra, el experto en finanzas de Los Verdes solicitó a los Estados miembro de la eurozona que den luz verde a un alivio de la deuda para Grecia. «En contra de lo que indican los partidos de derechas, Alemania ha ganado mucho de la crisis griega. No puede ser que el Gobierno sanee sus presupuestos con los beneficios que le reportan los intereses de haber prestado dinero a Grecia», denunció Sven-Christian Kindler. Una declaración que llegaba mientras en Luxemburgo el Eurogrupo trataba de llegar a un acuerdo que zanje el oscuro capítulo de la recesión del 2008.

Tercero y último rescate

Ocho años después de que viera la luz el primer tramo de ayudas a las arcas helenas, el país está a punto de ser autónomo en agosto, cuando se prevé que expire el tercero y último de los rescates, por valor de 86.000 millones de euros. Por fin Grecia empieza a mostrar signos de recuperación macroeconómica, con un crecimiento real del 1,4%, algo impensable hasta hace poco teniendo en cuenta que el déficit griego alcanzó el 9,1 % en el 2011.

Sin embargo, el alto coste social de las ayudas, evidenciado en un desempleo que superó el 27 % en 2013 y en una deuda que se disparó del 127 % del PIB al 180 %, demuestra que la austeridad sin precedentes pactada por el Ejecutivo izquierdista de Alexis Tsipras y las instituciones acreedoras no ha devuelto la estabilidad económica a Atenas.

En opinión de multitud de expertos, la clave para una recuperación sostenible de las arcas helenas pasa por una quita y el fin de los recortes que tantas protestas han desatado en las calles.