Entre todas las pantallas que utilizamos a diario, el móvil es la que más luz dañina emite para los ojos
19 jun 2018 . Actualizado a las 16:55 h.Vivimos rodeados de pantallas. Nos despertamos con la del móvil al lado, nos cruzamos con la que proyecta la televisión para después pasar, cuanto menos, seis a ocho horas frente a la pantalla del ordenador. La rutina sigue con más de 100 consultas diarias a esa pequeña pantallita que, entre todas las que utilizamos, es la que más daño hace a nuestra vista: su intensidad de luz azul puede llegar a 1020 candelas.
Para hacernos una idea: si una televisión antigua de tubo emitía 176 candelas, un smartphone emite cinco veces más de luz y lo hace a poca distancia de los ojos. En esta lista de pantallas que encandilan, el ordenador está en segundo lugar, con 500, y la tablet con 400 (cd/m²).
La frecuencia con la que estamos expuestos a estas luces es determinante a la hora de definir la gravedad de los daños que causan a los ojos. Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid, que tomó como prueba la exposición de animales ante 6 pantallas de tabletas demuestra cómo se puede producir la pérdida de células de la retina. El experimento expuso durante tres meses a los animales frente a las pantallas durante 16 horas diarias; como resultado se observó la reducción del 23% del número de células de las capas nucleares.
Aunque los efectos sean menores en humanos, es recomendable estar atentos a los síntomas de alerta que indiquen que los ojos necesitan protección. Los primeros efectos, generalmente, se manifiestan con picor y sequedad en los ojos, dificultad de enfoque, fatiga visual y sensibilidad a la luz.
Los casos más avanzados se producen por una práctica que podría parecernos familiar: usar el móvil con la luz apagada antes de dormir. Luego de 20 minutos de este tipo de exposición muchas personas sufrieron ceguera temporal.
Nilo García, CEO de Reticare, una empresa que trabaja en la prevención de los riesgos asociados con el uso de dispositivos digitales, recomienda evitar totalmente el uso de pantallas, al menos durante 20 a 30 minutos antes de dormir. Aclara que «en caso de que se tenga que hacer contacto con el móvil durante la noche, es preferible antes encender la luz para que los ojos se adapten a la luz de ambiente».
A estos consejos se suman los de reducir los niveles de exposición a las pantallas tanto en tiempo como en intensidad con la regulación de luz. Además del uso de gafas con protección de luz azul, García descarta la efectividad de las aplicaciones que regulan el brillo automáticamente y hace énfasis en «elegir siempre protectores de soporte físico que tengan base científica y que sean experimentados».
Disminuye las horas de sueño de los niños
Parece ser que la televisión, el móvil y la tableta se han convertido en los nuevos canguros. Y aunque sean aliados de los padres a la hora de entretener a los más pequeños, se deben tener en cuenta varios cuidados.
En este sentido, la doctora Marisol Pintos recomienda evitar en lo posible que hasta los seis años los niños estén en contacto las pantallas de estos dispositivos, ya que mientras mayor es el tiempo de exposición, más probabilidades de desarrollar miopía existen.
Pintos también indica que antes de que los niños entren en contacto con la fuente de luz de las pantallas, se practiquen una revisión oftalmológica para poder determinar con exactitud los cuidados que requiere cada caso. «Este examen debe hacerse entre los 3 y 4 años», aclara.
Además de los daños que oculares, un estudio publicado en Scientific Reports sostiene que, por cada hora diaria que pasan los niños con la tabletas, su sueño nocturno se reduce 26 minutos. En total, eliminan un cuarto de hora el tiempo diario dedicado a dormir, porque al usar las pantallas se incrementa también 10 minutos el tiempo dedicado a las siestas diurnas. Los investigadores suponen que su organismo trata de compensar a lo largo del día el sueño perdido por la noche.