La industria del videojuego exhibe su fortaleza en la feria E3

DAVID VILLAFRANCA LOS ÁNGELES /EFE

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Álex López-Benito

Los Ángeles es estos días la meca del sector que generó el año pasado 121.700 millones de dólares de beneficio

14 jun 2018 . Actualizado a las 08:13 h.

Quizá sin el glamur y la fama del cine o la música, pero con un negocio multimillonario impulsado por innumerables fans con una pasión arrolladora, la industria del videojuego exhibe hoy su fortaleza en Los Ángeles (EE.UU.) en la apertura de E3, la feria más importante del sector.

Después de varios días de conferencias previas, en las que gigantes como Sony, Nintendo o Microsoft desvelaron sus novedades para la nueva temporada, ayer llegó el turno de que los usuarios asumieran el protagonismo, agarraran los mandos y, con la mirada fija en las pantallas, comenzaran a explorar las nuevas aventuras digitales que ofrece esta E3.

Decenas de personas probaron juegos como Pokémon: Let’s Go, Pikachu!, Assassin’s Creed: Odyssey o el famoso Fortnite, tras esperar filas larguísimas en una de las estampas habituales de este tipo de eventos.

Por los pasillos del centro de convenciones se despliegan estímulos de todo tipo: hileras de ordenadores y consolas para probar nuevos juegos, enormes carteles con las últimas tentaciones para PlayStation 4 o Xbox One X, y experiencias interactivas de todo tipo. Por ejemplo, los seguidores de Resident Evil 2 pudieron tomarse una fotografía con un muerto viviente atacándoles en un coche, aunque para sustos los de los zombis de Dying Light 2 cuando caminaban retorciéndose en la entrada de la E3 para recibir a los desprevenidos visitantes. Siguiendo la moda de los «esports» (deportes electrónicos), la feria también incluye varios espacios para competiciones con narradores y comentaristas en vivo.

Sillones con lujosas comodidades, teclados que resisten cualquier frustración de los jugadores, mandos modernos inspirados en las antiguas consolas de 8 bits o televisiones de alta definición son algunos de los productos adicionales que se muestran en la E3 para lograr la experiencia perfecta con un videojuego.

Bajo los focos de una mastodóntica industria del videojuego que, según la consultora especializada Newzoo, generó el año pasado 121.700 millones de dólares de ingresos en todo el mundo, también se colocan pequeños juegos «indies» que tratan de abrirse camino en la E3. Es el caso de la joven Gabriela Gomes, originaria de Belo Horizonte (Brasil) y que, inspirada por el alzhéimer que sufrió su abuela, presenta en la feria el proyecto Healing Spaces, diseñado para ayudar a los ancianos que padecen demencia. El juego plantea una experiencia multisensorial que, con pantallas, luces, colores y estímulos para el tacto o el olfato, permite a los ancianos conectar con recuerdos perdidos o imágenes del pasado que parecían olvidadas.