El ministerio fiscal sí incrementó el número de inspecciones en la etapa de Cristóbal Montoro
13 jun 2018 . Actualizado a las 20:39 h.Màxim Huerta se despertó este miércoles sabiendo que podría ser su último día como ministro de Cultura y Deporte. El diario El Confidencial desvelaba las dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que en 2017 le condenaba por defraudar a Hacienda 218.332 euros en los ejercicios 2006, 2007 y 2008, cuando trabajaba como presentador en El programa de Ana Rosa Quintana.
Huerta montó la sociedad Almaximo Profesionales de la Imagen SL, que liquidó en el 2016, después de que en 2012 se abriese un proceso que acabó con esas sentencias. El escritor y periodista tuvo que pagar 365.938 euros por los tres ejercicios, un recargo del 50 % como multa y los intereses de demora, además de las costas de los dos juicios.
Según explica Víctor González, asesor fiscal de Atingra Asesores, Huerta «ya habría arreglado así su situación con Hacienda». Al ya exministro no se le iba a «requerir más», pero su expediente queda ya «fichado de por vida».
Todavía convencido de que podría mantener su cartera, que había tomado solo seis días antes, Huerta defendió en las emisoras Onda Cero y Cadena Ser que tenía «todas las obligaciones tributarias al corriente desde hace 10 años». El escritor y periodista atribuyó el caso a un cambio de criterio en Hacienda en 2009.
La modificación, sin embargo, no ha tenido lugar desde los años en los que cometió el fraude fiscal. «Llevamos 22 años trabajando y, desde que Cristóbal Montoro entró en el ministerio, se nos ha triplicado la carga de trabajo atendiendo requerimientos y demás asuntos», reconoce González. Hacienda incrementó el número de inspecciones fiscales para detectar fraudes en los últimos tiempos, pero no ha llegado a realizar ningún cambio de criterio. La última variación se produjo hace doce años con la entrada en vigor de la Ley 36/2006 sobre medidas para la prevención del fraude fiscal.
La sentencia especifica que Màxim Huerta era el socio que «ha creado la sociedad, la participa, administra y controla». El entonces copresentador se habría beneficiado gozando de una menor carga fiscal, tanto a través del IRPF, como impuestos derivados de la actividad profesional o el IVA de las facturas. A través de Almaximo Profesionales de la Imagen SL, Huerta evitó el tipo máximo de IRPF, que asciende al 48 %.
Así, en 2006, la sociedad habría facturado cerca de 210.000 euros, según recoge la sentencia. Su único socio y empleado, Màxim Huerta, cobró unos 44.000 euros con una retención que no alcanzó los 7.000.
La Agencia Tributaria puso en marcha unas campañas en el año 2000 para poner el foco en este tipo de empresas y «comprobar si estas sociedades tenían actividad o solo se utilizaban para eludir el pago del impuesto, pagando el Impuesto de Sociedades que es menor que el de la renta», explicó este miércoels el presidente del sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, Carlos Cruzado.